viernes, 30 de octubre de 2009

Fin de la semana de la Policia Federal Argentina

POLICIA FEDERAL ARGENTINA
La Policía Federal Argentina.
La Policía Federal Argentina (PFA) es la principal fuerza de seguridad de la República Argentina. Fue creada el 24 de diciembre de 1943, mediante el Decreto número 17.750 sobre las bases de la antigua Policía de la Capital, que operó en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires desde 1880 hasta ese año y entro en funciones el 1 de enero de 1945. Dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, cuenta con destacamentos en todas las provincias del país denominadas "Delegaciones" y en la Ciudad de Buenos Aires, donde ejerce también las funciones de policía local en virtud del artículo 7º de la denominada "Ley Cafiero". Las provincias tienen policías propias, que trabajan en muchos casos articuladas con la Policía Federal.
Primero pasos hacia la Policía Federal Argentina
La Policía Federal Argentina fue creada el 24 de diciembre de 1943 mediante el Decreto número 17.750 del Poder Ejecutivo Nacional, el cual encuentra sus bases en un trabajo realizado por el Comisario Inspector Eugenio Salcedo, el Abogado Víctor Jiménez y el Comisario Enrique Fentanes, los cuales fueron designados por el entonces Jefe de Policía Coronel Emilio Ramírez para el estudio de los antecedentes y la legislación de otros países con respecto al tema en cuestión. Fue así que estos le presentaron a Ramírez un proyecto para la creación de dicha fuerza el día 8 de noviembre de 1943, quien ante la extensa exposición de motivos, la compilación de información doctrinaria y jurisprudencial, felicito a los autores y elevo el proyecto al Poder Ejecutivo Nacional, en ese entonces a cargo del Presidente de facto Pedro Pablo Ramírez, quien posteriormente sanciono el Decreto antes mencionado.
Coexistencia con la Policía de la Capital
A partir de la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 17.750, comenzó a funcionar la Policía Federal Argentina, la cual fue progresivamente atribuyéndose las funciones que hasta ese momento eran competencia de la Policía de la Capital. En principio, y para no caer en el caos que conlleva un cambio de estas magnitudes, se mantuvo el eje central de la fuerza y se creo la llamada "Rama Federal", la cual fue haciéndose cada ves mas grande con el pasar del tiempo. Unas de las primeras tareas en pasar a ser parte de la Rama Federal fueron la Custodia Presidencial y la Seguridad de la Casa de Gobierno, el día 7 de febrero de 1944. Sin embargo el Jefe de la institución quiso acelerar los tiempos del traspaso, tanto es así que hizo cambiar el encabezado de la Orden del Día, el cual paso de ser "República Argentina, Ministerio del Interior, Policía de la Capital" a "República Argentina, Ministerio del Interior, Policía Federal", lo cual no se utiliza durante mucho tiempo, ya que su sucesor restauraría la antigua inscripción. Uno de los puntos de inflexión en cuanto a la unificación de ambas fuerzas vino el 10 de marzo de 1944 en un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional en el que se declinaba la dependencia directa del Presidente de la Nación, anteponiendo la figura del Ministro del Interior. Otro de los puntos importantes comprendidos por el mismo Decreto fue la unificación del Subjefe de Policía, que hasta el momento solo cumplía con ese rol en cuanto a lo que refería a la Policía de la Capital, pasando desde esa fecha a ser Subjefe de la Policía Federal. Pero fue sin lugar a dudas el accionar del General de Brigada Juan Filomeno Velazco, sucesor de Ramírez lo que termino por destrabar lo que hacia septiembre de 1944 ya se había transformado en un conflicto jurisdiccional y orgánico. El 24 de octubre de 1944, Velazco presento al Poder Ejecutivo Nacional un proyecto que consistía en derogar el Decreto 17.750 y propiciar la sanción de otro estatuto que convirtiera a la Policía de la Capital en Policía Federal y conservar parte de la primera como un organismo que funcionara dentro de la segunda, argumentando que la Policía de la Capital carecía de fundamentos legales para su existencia y que si la Policía Federal continuaba la línea de esta, caería en los mismos vicios, es decir, se vería envuelta en un vació de fundamentos legales que avalaran su funcionalidad. Velazco logro convencer al Presidente Edelmiro Farrell, que había sucedido en el cargo a Pedro Ramírez, quien el día 9 de diciembre de ese mismo año promulgo el Decreto 33.265, que establecía el cese de funciones de la Policía de la Capital a partir del 1 de enero de 1945.
Toma completa de Funciones
El 1 de enero de 1945 y como lo establecía el Decreto 33.265 desaparece la Policía de la Capital y comienza a cumplir funciones de manera independiente la Policía Federal Argentina. Si bien en la teoría la anterior fuerza había desaparecido, era en realidad los cimientos de la nueva, por lo que la mayoría de su personal continuo en actividad como parte de la Policía Federal. Uno de los pilares de la mueva fuerza fue el de incrementar notablemente la presencia en el interior del país, por lo que se dispuso la creación de nuevas "Delegaciones" y "Subdelegaciones". Ya en tiempos de la coexistencia de ambas fuerzas habían comenzado a funcionar algunas como parte de la "Rama Federal". En el ámbito de la ciudad de Buenos Aires (por entonces un distrito federal), la nueva organización llevo a la creación de cinco nuevas comisarías, pasando a ser un total de cincuenta para el año 1946. Así mismo, se continuo con el esquema tradicional de "circunscripciones" para el control de las comisarías, creándose una mas y pasando a ser seis en total.
No se sucedieron muchos cambios desde el año 1945 hasta el presente en cuanto a la organización de la Policía Federal Argentina, no obstante, debería resaltárse la creación de tres nuevas comisarías, siendo las número 51, 52, inauguradas en 1976 y la 53 en 1999, como así también la adherencia a la Interpol. Organización
Organizada de manera similar al FBI estadounidense, es la fuerza encargada de la investigación de delitos que abarcan la jurisdicción de dos o más provincias, así como de los delitos de ámbito exclusivamente federal, contándose entre ellos el narcotráfico, los delitos ambientales y la trata de personas.
Cuenta además con una agencia de inteligencia interior (Inteligencia de la Policía Federal Argentina), así como con el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, que proporciona formación universitaria en derecho, criminalística y seguridad, entre otras áreas cognitivas.
Su organización esta dividida en 13 Superintendencias de las cuales dependen el resto de las dependencias policiales. En el Ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con cincuenta y tres Comisarias y otras dependencias tanto operativas como administrativas. Actualmente la Fuerza esta a cargo del Jefe de Policía Comisario General Nestor Jorge Valleca y del SubJefe de Policía Comisario General Jorge Humberto Oriolo.

27 de Octubre Batalla de El Tala

27 de octubre de 1826

Batalla de El Tala
Parte de Guerras civiles argentinas
Lugar ,extremo sur de la provincia de Tucumán, Argentina ResultadoVictoria de los federales
Beligerantes,Ejército Federal,Ejército Unitario
Comandantes Facundo Quiroga ,Gregorio Aráoz de Lamadrid
Batalla de El Tala (27 de octubre de 1826), combate ocurrido durante las guerras civiles argentinas, entre las tropas del caudillo riojano Juan Facundo Quiroga y el gobernador de Tucumán, Gregorio Aráoz de Lamadrid, el 27 de octubre de 1826, que se saldó con una victoria de Quiroga.
Antecedentes
El coronel Lamadrid había sido enviado al norte argentino a reclutar tropas para la guerra del Brasil, pero aprovechó las primeras que reunió para deponer al gobernador tucumano Javier López y ocupar la gobernación de su provincia natal. Poco después tomó parte en una pequeña guerra civil local en la vecina provincia de Catamarca, asegurando el triunfo para el contendiente del partido unitario.
Poco antes, el conflicto interno había sido pacificado gracias a la intervención de Facundo Quiroga, que había salido de garante de un arreglo pacífico entre las partes; pero la intervención de Lamadrid violó ese arreglo, y Quiroga buscó recomponer el equilibrio, interviniendo en la guerra civil. Tras varias idas y venidas de ambos vecinos, Quiroga logró el triunfo para el candidato federal y, para evitar nuevas intromisiones, invadió Tucumán para derrotar al ejército de Lamadrid.
Por otro lado, el presidente Bernardino Rivadavia, que no era reconocido en todo el país ni mucho menos, encargó a Lamadrid deponer a los gobernadores que se negaban a reconocerlo, entre ellos los de Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero. Quiroga comprometió al gobernador de esta última, Juan Felipe Ibarra, pero éste sufrió una invasión desde Salta, que le impidió participar.
Desarrollo Apenas entrado Quiroga en la provincia de Tucumán, le salió al encuentro Lamadrid con sus tropas, en el paraje de El Tala. El encuentro pareció comenzar con una rápida victoria del tucumano, pero una veloz recuperación de Quiroga desorientó a los hombres de Lamadrid. Para empeorar las cosas, Lamadrid estaba enfermo de indigestión.
Consecuencias
Lamadrid fue seriamente herido en la batalla, y sus hombres huyeron. Los soldados de Quiroga desnudaron el cuerpo del jefe enemigo, pero cuando éste lo buscó para darle sepultura, no lo encontró. Lamadrid logró esconderse y refugiarse en Tucumán algunas semanas más tarde, donde logró reasumir el gobierno para una revancha. Las heridas de Lamadrid quedaron como terribles cicatrices en su cara, y la pérdida de la mitad de una oreja, características que harían inconfundible la figura del jefe unitario en el futuro.

Recuperación de la Bandera de la Vuelta de Obligado

BANDERAS DE OBLIGADO


Recuperación de las banderas de Vuelta Obligado

Octubre 26 de 1883

En nuestro Museo de Historia Nacional hay una bandera que tomada por los ingleses en la Batalla de Vuelta de Obligado, fue devuelta a la Nación. Pero la historia de esta devolución es tan emotiva como desconocida y esta nota lo que pretende es narrarla no con el fervor que cualquier argentino desearía, sino con un documento que 40 años más tarde, escribiera uno de los Comandantes de la Fuerza Invasora el Almirante Sullivan, el que el 26 de octubre de 1883, - ya anciano - se presentó al Consulado Argentino en Londres para devolver una Gran Bandera Argentina. El documento expresaba:
“En la batalla de Obligado en el Paraná el 20 de octubre de 1845 un oficial que mandaba la batería principal (era la Manuelita) causó la admiración de los oficiales ingleses que estábamos más cerca de él, por la manera con que animaba a sus hombres y los mantenía al pie de los cañones durante un fuerte fuego cruzado bajo el cual esa batería estaba expuesta. Por más de 6 horas expuso su cuerpo entero. Por prisioneros heridos supimos después que era el coronel Ramón Rodríguez del Regimiento de Patricios de Buenos Aires. Cuando los artilleros fueron muertos, hizo maniobrar los cañones con los soldados de infantería y él mismo ponía la puntería. Cuando el combate estuvo terminado habían perdido 500 hombres entre muertos y heridos de los 800 que él comandaba. Cuando nuestras fuerzas desembarcaron a la tarde y tomaron la batería, con los restos de su fuerza se puso a retaguardia, bajo el fuego cruzado de todos los buques que estaban detrás de la batería, defendiéndola con armas blancas. La bandera de la batería fue arriada por uno de los hombres de mi mando y me fue dada por el oficial inglés de mayor rango. Al ser arriada cayó sobre algunos cuerpos de los caídos y fue manchada con su sangre.Quiero restituir al Coronel Ramón Rodríguez si vive, o sino al Regimiento de Patricios de Buenos Aires si aún existe, la bandera bajo la cual y en noble defensa de su Patria cayeran tantos de los que en aquella época lo componían. Si el Coronel Rodríguez ha muerto y si el Regimiento de Patricios no existe, yo pediría que cualquiera de los miembros sobrevivientes de su familia que la acepten en recuerdo suyo y de las muy bravas conductas de él, de sus oficiales y de sus soldados en Obligado. Los que luchamos contra él y habíamos presenciado su abnegación y bravura tuvimos grande y sincero placer al saber que habían salido ileso hasta el fin de la acción”.

Almirante Sullivan
La bandera fue remitida a Buenos Aires, y con posterioridad, ante la duda de que el nombre del Coronel Rodríguez como defensor de esa bandera, haya sido puesto por error de Sullivan, el hijo de Juan Bautista Thorne hace la consulta al Sr. Victor J. Elizalde, protagonista de la batalla de Obligado, quien le contesta el 21 de abril de 1891 en estos términos:
“En contestación a su muy apreciable del 20 del presente en la que me pide que como combatiente y testigo ocular en el memorable combate de Obligado le certifique a la vez que le adelante algunos antecedentes sobre la conducta que observó su finado padre el coronel Thorne durante la acción, como también fue el coronel Ramón Rodríguez, jefe de algunas baterías que se formaron para resistir al poderoso enemigo que nos asaltó, le diré a usted:Que el coronel Thorne fue ocupado por el general Mansilla en la construcción y dirección de las fortificaciones, como también se le dio mando de la batería “Manuelita”, de donde se retiró después que las demás baterías habían quemado su último cartucho.Diré a usted además: la brava y serena conducta de su padre mereció del general en jefe y de todos sus compañeros, la aprobación y el aplauso, por el hecho de que el no abandonó el merlón de su batería, y si lo hacía, era cuando veía que sus artilleros no daban en completo y certero blanco.Cónstame también que le intimó por dos veces la orden de que suspendiera el fuego y se retirara de la batería, pero él contestó: “que sus cañones le imponían hacer fuego hasta vencer o morir”, mereciendo por este desacato el que fuera arrestado en el convento de San Lorenzo adonde fue transportado herido y sordo. Allí mismo el general Mansilla fue a visitarlo y felicitarlo por su conducta, dejando al retirase la orden de que quedaba levantado su arresto.En lo que se refiere al coronel Ramón Rodríguez, le diré que este jefe no tuvo otro rol que el de permanecer a la entrada del monte, de donde salió cuando ya no había defensores en las baterías y el enemigo desembarcó dándole la más franca y soberbia carga a al bayoneta, al frente de su batallón Milicianos de Buenos Aires.Deseando que le satisfaga esta exposición verídica, lo saluda muy atentamente.
Victor J. Elizalde.
Juan Bautista Thorne.

Con el mismo objeto, el hijo de Thorne consultó al historiador Adolfo Saldías, que el 21 de abril de 1891 le contesta en los siguientes términos:“Estimado amigo:
En respuesta a su estimada carta del 20 del presente mes en la que Ud. se sirve pedirme mi opinión si fue el coronel Ramón Rodríguez o el coronel Juan B. Thorne quien mandaba una de las baterías en el combate de Obligado contra las escuadras aliadas de la Gran Bretaña y de la Francia y quien fue el último que se retiró de ese glorioso campo de batalla, le diré que fue el coronel Thorne.El coronel Rodríguez, benemérito Oficial del Ejército Auxiliar del Perú y del Republicano contra el Imperio del Brasil, no mandó batería alguna en Obligado.Según se ve documentado en mi “Historia de Rozas y de la Confederación Argentina”, eran cuatro esas baterías, respectivamente mandada por el mayor Alzogaray, por el teniente Brown, por el teniente Palacios y la del extremo izquierdo por el coronel J. Thorne. El coronel Rodríguez tenía mando del batallón de Patricios de Buenos Aires y estaba de flanco en el extremo derecho, no habiendo en esa línea a sus órdenes más que cuatro cañones al mando del teniente José Serezo.El combate se inició naturalmente contra las baterías de la derecha; rota la cadena que sujetaba los barcos que formaban línea de atajo al pasaje del río, el fuego de los franceses e ingleses se concentró en la izquierda. A las cuatro de la tarde las baterías habían quemado casi todos los cartuchos y cuando la mortandad y el estrago enseñaban la derrota a los argentinos. Pero la batería de Thorne se sostuvo todavía más de una hora. Diósele la orden de retirarse y contestó que le quedaban municiones. Retirósele la orden, y entonces, puesto de pié sobre el merlón de la batería y al ir a arengar a los escasos soldados, fue derrumbado en tierra.El “Philomel” que mandaba el capitán Sullivan y que venía de vanguardia, operó su desembarco en la costa y fue entonces cuando se tomó la bandera de la batería argentina. La bandera argentina del batallón de Patricios de Buenos Aires fue tomada por los marineros franceses y existe en el hospital de inválidos de Paris. No es dudoso, por lo demás, que un jefe de la relevantes cualidades del coronel Rodríguez habría sido capaz de al acción que le supone el almirante Sullivan, pero precisamente por su antigüedad y por sus condiciones, y en los primeros momentos que se siguieron a la acefalía del mando en jefe, producida la herida que postró al general Mansilla, fue el coronel Rodríguez quien lo asumió, llevando personalmente una carga a la bayoneta sobre los ingleses y franceses que desembarcaron cuando apagaron los fuegos de las tres baterías de la derecha y del centro. Los aliados no desembarcaron por frente a la batería de la izquierda que mandaba Thorne sino a la caída de la tarde, cuando ya no podía tronar allí el cañón argentina.Esta misma comunicación del almirante Sullivan al cónsul argentino en Londres, se publicó en la Tribuna Nacional del 22 de diciembre d 1883, y no hay mas que fijarse en los detalles que da tan caballeresco oficial, y que está perfectamente corroborados por documentos y aún por testigos que sobrevivieron, para comprobar que se refieren no al coronel Rodríguez, sino al coronel Thorne.El cónsul argentina, señor Guerrico, pariente, según tengo entendido, del coronel Rodríguez, quizá por falta de datos no pudo rectificar la verdad de los hechos, a bien que, repito, al coronel Rodríguez no le fue necesario arrebatar gloria a sus compañeros para recoger la que recogió conteniendo a los vencedores con una soberbia carga a la bayoneta, a la cabeza de sus milicianos de Buenos Aires.Soy su atento S.S. Adolfo Saldías.Vemos como a estos dos hombres les sobraba heroísmo para llenarse de gloria junto a todos los defensores de la Soberanía Nacional en Vuelta de Obligado.

Efemérides 26 de Octubre

26 de Octubre de 1980
Muere en Buenos Aires la educadora Martha A. Salotti, profesora de ciencias naturales y especializada en literatura infantil. Es autora de "La lengua viva", "Juguemos en el bosque", "Rosario Vera Peñaloza", "El árbol que canta" y "Un viaje a la Luna". Presidió un instituto para la formación de maestras jardineras. Nació el 10 de Abril de 1899.
26 de Octubre de 1993
Fallece en Buenos Aires el notable profesor, lingüista y traductor Angel J. Battistessa. Doctorado en letras, perfeccionó sus estudios en la Sorbona y asistió en Madrid a los cursos de Ramón Menéndez Pidal. Maestro de varias generaciones argentinas, entre sus obras se cuentan: "Voces de Francia", "Homenaje a Goethe" y "Poeta y prosistas españoles". Nació en Buenos Aires el 17 de agosto de 1902.
26 de Octubre de 1796:
Nace en Salta el coronel Evaristo Uriburu. Perteneció a los Infernales del general Güemes y fue ayudante de Gorriti. Integró el Ejército Norte. Fue juez de paz, diputado a la Legislatura de Salta, y fundador del Tribunal de Comercio de esa ciudad. Fue también gobernador de Salta. Emigró a Bolivia, durante el gobierno del general Juan Manuel de Rosas. Es el padre de José Evaristo Uriburu, ex presidente del país. Murió en Buenos Aires el 28 de julio de 1885.

lunes, 26 de octubre de 2009

Día del Conscripto Naval

25 de Octubre
Día del Conscripto Naval
Cumpliendo tareas de salvamento,en el buque Princesa Mafalda ,que Habia Naufragado frente a las costas del Brasil,nuere el 25 de octubre de 1927 ,el conscripto argentino Anacleto Bernardi,.Este había interrumpido su viaje de instrucción por razones de enfermedad,Había enfermado de neumonía;así es que convaleciente,embarca de regreso a Buenos Aires.el buque traía cientos de inmigrantes .Pero la fatalidad acecha e inesperadamente se produce el naufragio Hacemos un poco de historia
En una esquina de La Paz nos topamos con una antigua casona y una gran placa en su ochava, de homenaje al Conscripto Bernardi, personaje desconocido en general, pero que se merece un recuerdo por su valentía.
Anacleto Bernardi nació en La Paz, Entre Ríos, el 13 de julio de 1906. Hijo de inmigrantes italianos oriundos de la región de Piamonte (Turín); criado en las costas del río, era un nadador de condiciones excepcionales.
Le tocó cumplir con el servicio militar en Marina, incorporándose a la base militar de Puerto Belgrano el 8 de enero de 1927. Por su buen comportamiento recibió el premio de ser destinado a integrar la dotación de la Fragata Sarmiento que anualmente realizaba el viaje alrededor del mundo con los cadetes que egresaban como oficiales de la Escuela Naval.
Cuando esta nave lleva a puerto en el Golfo de Génova, Anacleto Bernardi se encontraba convaleciente de una neumonía y dada la coincidencia que se hallaba en el lugar el buque Principessa Mafalda a punto de zarpar para Buenos Aires - con su pasaje cubierto por 1300 inmigrantes llamados por su familias ya instaladas en la Argentina - el capitán de la Sarmiento dispuso aprovechar esta circunstancia para embarcar a Bernardi de regreso a su base para su establecimiento, haciéndolo acompañar por el cabo Juan Santoro.
Al llegar al noveno día de navegación, avanzada la tarde del 25 de octubre de 1927 y en momentos de finalizar el primer turno de cena, mientras el segundo esperaba en sus camarotes para ser llamado, sorpresivamente sonó el clarín llamando a cubierta.
Corrió la voz: "El buque se hunde". El pánico se generalizó. Bajaron los botes salvavidas que se llenaban de mujeres y niños. Muchos desesperados se arrojaban al agua y desaparecían. En ese momento, tanto el cabo Santoro como el conscripto Bernardi se arrojaron al agua salvando familias enteras nadando hasta la costa del sur de Brasil y regresando a buscar más, logrando salvar una increíble cantidad de gente.
De pronto Juan Santoro vio cómo su amigo era atrapado por las mandíbulas de un tiburón y desaparecía. El cabo Santoro murió exactamente el 25 de octubre de 1977, al cumplirse 50 años de aquella tragedia.
Muchos familiares de los sobrevivientes aún los recuerdan. Recordémos nosotros tambien a dos héroes casi anónimos.

Efemérides 25 de Octubre

1820
En el Colegio de la Unión del Sur, en Buenos Aires, se reabre la Academia de Dibujo.
1914
Muere el jurisconsulto, diputado, senador y presidente argentino José Evaristo Uriburu. Nació en Salta el 19 de noviembre de 1831.
1934
Se estrena en el Teatro Colón la ópera "La leyenda del urutaú", con música de Gilardo Gilardi. 1938
Muere en Mar del Plata (provincia de Buenos Aires), en la playa La Perla, la poetisa y autora teatral Alfonsina Storni, autora de "Languidez" y de "Ocre, Mascarilla y trébol", entre otras obras. Nació en Sala Capriasco (Cantón Tesino, Suiza) el 29 de mayo de 1892.
1978
Fallece en Buenos Aires la educadora Clotilde Sabattini. Participó en congresos internacionales de educación y fue presidenta del ex Consejo Nacional de Educación. Nació en Rosario (provincia de Santa Fe) en 1918.

¿Ampliamos las efemérides del 24 de Octubre?

24 de Octubre de 1948

Día de las Naciones Unidas En Argentina, se conmemora a partir del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 19.326, de 1956.
El nombre de "Naciones Unidas", acuñado por el Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, se utilizó por primera vez el 1° de enero de 1942, en plena segunda guerra mundial, cuando representantes de 26 naciones aprobaron la «Declaración de las Naciones Unidas» , en virtud de la cual sus respectivos gobiernos se comprometían a seguir luchando juntos contra las Potencias del Eje.a
En 1945, representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, para redactar la Carta de las Naciones Unidas. Los delegados deliberaron sobre la base de propuestas preparadas por los representantes de China, la Unión Soviética, el Reino Unido, y los Estados Unidos en Dumbarton Oaks, Estados Unidos, entre agosto y octubre de 1944.

La primera página de la Carta de las Naciones Unidas, 16 de junio de 1947
La Carta fue firmada el 26 de junio de 1945 por los representantes de los 50 países. Polonia, que no estuvo representada, la firmó mas tarde y se convirtió en uno de los 51 Estados Miembros fundadores.
Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.
El Día de las Naciones Unidas se celebra todos los años en esa fecha.
aEl término Eje (Fuerzas del Eje, Eje Roma-Berlín-Tokio) designa el conjunto de países (Alemania, Italia y Japón) que lucharon contra los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Ampliamos algunas de las efemérides de 24 de Octubre?


24 Octubre

Día Mundial de Información sobre el Desarrollo

El Día Mundial de Información sobre el Desarrollo fue instaurado por la Asamblea General en 1972, con el objeto de señalar cada año a la atención de la opinión pública mundial los problemas del desarrollo y la necesidad de intensificar la cooperación internacional para resolverlos (resolución 3038 (XXVII) de 19 de diciembre). La Asamblea decidió que la fecha de esa jornada coincidiera, en principio, con el Día de las Naciones Unidas, 24 de octubre, que es también la fecha en que se aprobó en 1970 la Estrategia Internacional del Desarrollo para el Segundo Decenio de las Naciones Unidas para el desarrollo. La Asamblea expresó su convicción de que mejorar la difusión de información y movilizar la opinión pública, especialmente entre la juventud, serían factores importantes para conocer mejor los problemas generales del desarrollo, y promover así las acciones en materia de cooperación internacional para el desarrollo. La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social se celebró en Copenhague, Dinamarca en marzo de 1995 y uno de sus propositos fue colocar las necesidades de la población en el centro del desarrollo económico y la cooperación internacional.

Efemérides 24 de Octubre

24 de Octubre


Un dia como hoy sucedia esto en nuestra Historia


1871


Día Nacional de la Astronomía Se celebra debido a que el 24 de octubre de 1871, siendo Presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento, se inaugura en Córdoba el primer Observatorio Astronómico de la Argentina.


1948


Día de las Naciones Unidas En Argentina, se conmemora a partir del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 19.326, de 1956.


1972


Día Mundial de Información sobre el Desarrollo


1978


Muere en Buenos Aires el notable poeta Francisco Luis Bernárdez, autor de "La ciudad sin Laura" y "El buque". Nació en la Capital Federal el 5 de octubre de 1900.


1980


Muere en Buenos Aires el poeta y autor teatral César Tiempo, autor de "Libro para la pausa del sábado", "Sabatión argentino" y de la obra teatral "Pan criollo". Nació en Ekaterinoslaw (Ucrania, Rusia) el 3 de marzo de 1906, radicándose ese mismo año en la Argentina.


1995


Semana del Desarme (24 al 30 de octubre)



La Semana del Desarme 24 a 30 de octubre
En el Documento Final del período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de 1978 dedicado al desarme (resolución S-10/2), se pidió la observancia anual de la Semana del Desarme, que comienza en la fecha en que se celebra el aniversario de la fundación de las Naciones Unidas. Se invitó a los Estados a poner de relieve el peligro que representa la carrera armamentista, propagar la necesidad de que cese y hacer que el público entienda la urgencia de las tareas de desarme.
En 1995, la Asamblea invitó a los gobiernos y a las ONGs a que siguieran participando en forma activa en la Semana del Desarme (resolución 50/72 B, del 12 de diciembre). La Asamblea invitó al Secretario General a seguir utilizando los órganos de información de las Naciones Unidas en todas las áreas posible, para fomentar entre el público una mejor comprensión de los problemas relacionados con el desarme y de los objetivos de la Semana del Desarme.

Libertad de Prensa en Perú-23 de Otubre de 1821

23 de Octubre de 1821

José de San Martín declara la

libertad de imprenta en el Perú

El 20 de agosto de 1820 San Martín partió de Valparaíso con el Ejército Libertador del Perú, con 4000 hombres. En septiembre desembarcó en Pisco. Como las tropas no eran suficientes, evitó el choque directo con los realistas, cortó las líneas de comunicación y de abastecimiento y consiguió el apoyo de la población local. Enfrentado a 20 mil efectivos, desplegó una guerra de desgaste y fomentó la rebelión en las filas enemigas.
La población limeña apoyó a San Martín en su entrada al país El 10 de julio de 1821, tras varios combates, entró en Lima y ocupó la ciudad. Sin embargo, no se aseguraba aún la victoria final ya que existía indefinición a nivel militar. Decidió entonces dar un paso trascendente en el terreno político: después de confirmar que la población estaba de acuerdo, el 28 de julio proclamó la Independencia del Perú. El 3 de agosto asumió la jefatura del Estado como "Protector de la Libertad del Perú". En el cargo, abolió la esclavitud, estableció la libertad de imprenta e impulsó la instrucción cívica.

Juan Bautista Azopardo

23 de Octubre de 1848:

Muere en la pobreza el coronel Juan Bautista Azopardo. En 1806 participó en la defensa de la ciudad durante las invasiones inglesas y apoyó a la Junta de Gobierno tras los sucesos de Mayo de 1810. Había nacido en Senglia, en la isla de Malta, el 20 de febrero de 1772.

Estudió de muy joven construcciones navales en el arsenal francés de Tolón. Su arribo al río de La Plata se produce durante los primeros años del siglo XI.
Se desempeñó como corsario con patente de Holanda contra Inglaterra y con patente de España contra la misma nación.
Durante la guerra entre Holanda e Inglaterra sirvió en la goleta "The Hoop" y participo en la captura de la fragata inglesa HMS Neptuno que arribó al puerto de Montevideo como presa el 21 de enero de 1804. La misma tenia 256 esclavos a bordo y el Capitán de Presa era el francés Hipólito Mordeille.
Sirvió como Segundo Comandante de la Fragata Corsaria "Dromedario" de patente de Montevideo, cuyo capitán era el francés Mordeille.
Invasiones Inglesas (1806 - 1807) En dicha nave se transportaron parte de las fuerzas de reconquista durante la primera Invasión Inglesa (1806) a Buenos Aires.
Junto con su capitán y el resto de la tripulación del “Dromedario” realizaron con otras fuerzas el asalto final a la fortaleza de Buenos Aires donde estaba el último bastión del general invasor William Carr Beresford.
Durante la Segunda Invasión Inglesa (1807) a Buenos Aires desde Olivos transportó, por el río Paraná, la artillería hasta la ciudad para su defensa. Por su valor y arrojo el gobierno español lo premia con el grado de Teniente Coronel de las Milicias Urbanas.
El 17 de noviembre de 1807, Santiago de Liniers le firma en Buenos Aires la patente de corso para la goleta “La Mosca”. El armador fue Anselmo Saénz Valiente. La patente venció en 1808, retirándose entonces Azopardo definitivamente de la actividad corsaria.
Emancipación argentina
Se unió a las fuerzas criollas en la Revolución de Mayo de 1810, y se le repuso el grado que el virrey le había quitado.
Tras los resultados negativos en la campaña del Paraguay, Manuel Belgrano debe solicitar refuerzos a Buenos Aires para poder mantener la posición en dicha región. La Junta no podía franquearlos a través de Entre Ríos, por estar controlados los ríos por Vigodet y sus naves realistas.
A fines de 1810 la Junta de Gobierno entregó al teniente coronel Azopardo, el mando de la primera Armada Nacional, compuesta por tres naves, cuya misión sería proteger el avance de la expedición de refuerzos para Manuel Belgrano.
Las naves de la pequeña escuadra eran la goleta "Invencible", el bergantín "25 de Mayo" y la balandra "Americana", y su segundo comandante fue el capitán Hipólito Bouchard.
En el Combate de San Nicolás, el 2 de marzo de 1811, se ve obligado a enfrentar a la escuadra realista superior en naves y capacidad de fuego, y es herido seriamente y hecho prisionero. Belgrano deberá sin los refuerzos firmar un acuerdo para abandonar el Paraguay.
Preso de las españoles y trasladado a Ceuta tras la derrota de la batalla naval de San Nicolás, compartió prisión con el inca Juan Bautista Túpac Amaru. La revolución de Riego en 1820 culmina con la toma del poder de los liberales en España y se decide que se liberen los presos políticos de América, siendo excarcelado.

Sus últimos años de servicio Siendo coronel en 1821 dirige la capitanía del puerto de Buenos Aires hasta 1826. El 3 de febrero de 1827 solicita y obtiene su retiro. Fallece el 23 de octubre de 1848 en Buenos Aires.

Día Nacional de los Derechos a la Identeidad

CONMEMORACIONES
Ley 26.001
Establécese el día 22 de octubre de cada año como Día Nacional del Derecho a la Identidad, para conmemorar la lucha emprendida por Abuelas de Plaza de Mayo.
Sancionada: Diciembre 16 de 2004
Promulgada: Enero 5 de 2005.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc.sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1° — Establécese el día 22 de octubre de cada año como Día Nacional del Derecho a la Identidad, en conmemoración al inicio de la lucha emprendida por Abuelas de Plaza de Mayo.
ARTICULO 2° — Dispóngase la realización en esa fecha de una jornada educativa y de concientización en todos los niveles.
ARTICULO 3° — Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente.
ARTICULO 4° — Comuníquese al Poder Ejecutivo.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS DIECISEIS DIAS DEL MES DE DICIEMBRE DEL AÑO DOS MIL CUATRO
—REGISTRADO BAJO EL N° 26.001—
EDUARDO O. CAMAÑO. — MARCELO A. GUINLE. — Eduardo D. Rollano. — Juan H. Estrada.

Muere José Maria Paz



22 de Octubre de 1854


Muere en Buenos Aires el general José María Paz.


José María Paz y Haedo (Córdoba, Argentina; 9 de septiembre de 1791 – Buenos Aires el 22 de octubre de 1854) fue un militar argentino que participó en varias guerras de la Argentina.


Sus primeros años
Hijo de criollos; su padre era José Paz y su madre Tiburcia Haedo. Sus primeros estudios los realizó en la escuela de San Francisco. En 1804 se internó en el Seminario de Loreto, donde cursó filosofí y teología, para luego ingresar en la Universidad de Córdoba, terminando así su formación como bachiller de artes, con orientación a las matemáticas, el latín y la jurisprudencia. Posiblemente estos estudios posibilitan su crecimiento intelectual y tonifican su moral con una capacidad personal sobresaliente en los años por venir.


Campañas en tierras correntinas y en Montevideo
Las Memorias de Paz, escritas en su mayor parte poco después de esos sucesos, cuentan que en Corrientes tiene que lidiar con todo tipo de problemas. Entre ellos, la retirada de Lavalle que lo dejan sin hombres útiles ni armas. Entonces rearma un ejército de adolescentes (los escueleros de Paz, como los llamaban en esa provincia) y jóvenes con sólo doscientos fusiles de chispa, algunos barriles de pólvora vieja, y pocos viejos veteranos de sus Cazadores de la guerra contra el Brasil.
Con este incipiente ejército al que llegó disciplinar correctamente, vence al caudillo entrerriano Pascual Echagüe el 28 de noviembre de 1841 en la Batalla de Caaguazú, una de las más brillantes batallas que se ha visto el suelo argentino - aún hoy materia militar de estudio - en donde la inteligencia beligerante del general José M. Paz quedó en evidencia.
Aprovenchando la victoria, en 1842 toma la ciudad de Paraná en persecución de Echagüe, internándose en Entre Ríos y haciéndose nombrar gobernador de esa provincia. Pero el gobernador Ferré, indignado por ese nombramiento, le retira su apoyo y lo obliga al exilio en Montevideo, adonde se reúne con su familia ese mismo año.
Al llegar a Montevideo la noticia de la batalla de Arroyo Grande, del 12 de diciembre de 1842, se le nombra Jefe del llamado Ejército de Reserva (colorado), para poder hacer frente al ejército uruguayo de Manuel Oribe. Éste, apoyado por Rosas, sitia a los colorados en Montevideo, con lo que se inicia la Guerra Grande en el Uruguay. Organizando eficazmente la defensa, Paz permanece al frente de ese cuerpo hasta junio de 1844, en que pasa a Brasil. Desde allí comienza el regreso a Corrientes, donde el nuevo gobernador, Joaquín Madariaga, lo nombra Director de la Guerra contra Rosas. Su plan principal era atacar Entre Ríos, que estaba desguarnecido por la ausencia del gobernador Justo José de Urquiza, y si era posible llegar a Buenos Aires.
Paz asume el comando del que llama “Cuarto Ejército” y aprovenchando que Rosas se niega a reconocer la independencia de Paraguay, firma con su presidente Carlos Antonio López el Tratado de Alianza y Convención Adicional del 11 de noviembre de 1845. Éste envía en su ayuda un pequeño ejército al mando del hijo del presidente, el después famoso Francisco Solano López, pero que nunca se llegab a unir a las fuerzas correntinas.
En los primeros días de 1846, Urquiza y Servando Gómez invaden Corrientes. Paz decide repetir la hazaña de Caaguazú, retirándose lentamente para atraerlo a una trampa perfecta en un rincón en los esteros de Ubajay. Pero en el camino abandona más de la mitad de la provincia al invasor, lo que es muy criticado. El jefe de la retaguardia en la retirada, Juan Madariaga, se arriesga en la batalla de Laguna Limpia, donde es derrotado completamente y tomado prisionero. Urquiza sigue avanzando hasta enfrentar la posición defensiva de Paz. Pero, sabiendo por la correspondencia que había tomado en la batalla cuáles son sus intenciones, retrocede hasta Entre Ríos, sin que Paz lo persiga. Enseguida entra en negociaciones con el gobernador correntino por medio de su hermano, negociaciones interrumpidas por Paz, que se niega a pactar nada.
Los amigos de Paz en la legislatura deponen a Madariaga, pero el gobernador contraataca rápidamente y obliga al general a huir a Paraguay, en marzo de 1846. Sin Paz, de por medio, Urquiza y Madariaga firman el Tratado de Alcaraz, pero éste fue rechazado por Rosas. Urquiza ataca entonces y derrota a los Madariaga a fines de 1847.
Los últimos tiempos
Mientras tanto, Paz termina asilado en Río de Janeiro. Sumergido en la pobreza, se establece en el campo como granjero. Allí muere su esposa el 5 de junio de 1848, durante el alumbramiento de su noveno hijo, dejando a Paz con la tarea de crianza de los niños, de los cuales seis mueren a temprana edad. En sus ratos libres completa sus Memorias, que había comenzado en sus años de prisión.
Con el tiempo ha llegado a la convicción de que Rosas terminará derrotado por sus propios subalternos.
Cuando se entera del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas, viaja a Montevideo, donde espera el desenlace favorable. Ya en Buenos Aires, Urquiza se queja por su presencia pero a pesar de todo lo designa brigadier general de la Confederación Argentina.
Después de la revolución unitaria del 11 de septiembre de 1852, el gobernador Manuel Guillermo Pinto le encarga una misión en las provincias del Interior. Debía atraerlas hacia la causa de Buenos Aires, para formar un Congreso Constituyente dominado por los liberales y (sobre todo) por la provincia de Buenos Aires, ya que la provincia rebelde se niega a participar de la sanción de la Constitución Argentina de 1853. Los gobernadores las provincias de Santa Fe y Córdoba le prohibieron entrar en ellas, por lo que el gobernador Valentín Alsina lo pone al mando de un ejército para invadirlas, con sede en San Nicolás de los Arroyos.
El sitio de Buenos Aires por parte de Hilario Lagos lo obliga a regresar a la capital, donde es nombrado ministro de guerra. Organiza exitosamente la resistencia porteña, que hará fracasar el sitio y prolongará la separación de Buenos Aires con el resto del país por casi una década.
A pesar de su desacuerdo con el Congreso Constituyente de la provincia de Buenos Aires, es elegido miembro del mismo, al que no asistió asiduamente por algunos problemas de salud. El 11 de abril de 1854, día de la aprobación y firma de la Constitución provincial, está presente para expresar contra Bartolomé Mitre su desacuerdo por el documento que proclama a Buenos Aires "Estado Independiente".
Ese es su último acto político: meses más tarde muere y es enterrado con los más altos honores de la Patria.
Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, sus restos son llevados a la Catedral de Córdoba junto a los repatriados restos de su esposa.

Efemérides 22 de Octubre

Derrota de Jose Rondeau

21 de Octubre de 1815:

El general José Rondeau es derrotado por el general español Olañeta en Venta y Media.

A mediados de octubre,

General realista del Alto Perú; configuró una amenaza al noroeste de la Argentina durante las guerras de la independencia; comerciante español, radicado en Salta, que estableció un vasto comercio en el virreinato, primordialmente entre Potosí y Buenos Aires; profundamente conservador y totalmente leal a la Iglesia y a la Corona, ofreció sus servicios al ejército español cuando las fuerzas patriotas trataron de expandir la Revolución de Mayo hacia el noroeste y hasta el Alto Perú (ahora Bolivia).

Muerte de José Hernández


21 de Octubre de 1886:

Muere José Hernández, autor de Martín Fierro. Fue periodista y funcionario en la gestión pública. Ocupó un cargo en el Concejo Nacional de Educación y fue concejero del Banco Hipotecario Nacional. Entre sus obras figuran Vida del Chacho, Instrucción del estanciero y la Vuelta de Martín Fierro. Había nacido en San Martín, Buenos Aires, el 10 de noviembre de 1834.

José Hernández nació en la Chacra Pueyrredón, actualmente ubicada en Villa Ballester Oeste, en el Partido de General San Martín, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Sus padres fueron Don Rafael Hrnández y Doña Isabel de Pueyrredón, prima hermana de Juan Martín de Pueyrredón. Cuando tenía nueve años, a causa de una enfermedad y ya con su madre fallecida, los médicos recomendaron a su padre (capataz de las estancias de Rosas) que lo llevara a vivir al campo. Se trasladaron entonces al sur de la provincia, al poblado de Camarones.
Demostró ambición por el estudio en la instrucción primaria, pero debió abandonar la escuela por causa de una enfermedad repentina y se marchó al campo en busca de salud. Desde entonces todo lo aprendió por esfuerzo personal: se demostró observador entusiasta de los trabajos de ganadería que dirigía su padre y desempeñaban los gauchos, también él participó de estas tareas. Siendo joven entró en contacto con el estilo de vida, la lengua y los códigos de honor de los gauchos.
Fue un autodidacta. Entre 1852 y 1872, época de gran agitación política, defendió la postura de que las provincias no debían permanecer ligadas a las autoridades centrales establecidas en Buenos Aires.
En 1853 viste uniforme militar y combate en la batalla de San Gregorio contra las fuerzas del coronel federal Hilario Lagos. En marzo de 1857 se instala en la ciudad de Paraná. Allí conoce a Carolina González del Solar, con quien se casa y tiene siete hijos.
Combatió luego bajo las órdenes de Urquiza, intervino en las batallas de Pavón y de Cepeda, en 1859. Luchó junto al caudillo López Jordán en la última rebelión gaucha contra el gobierno de Sarmiento, un desdichado movimiento que finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández en Brasil.
Participó en una de las últimas rebeliones federales, la de Ricardo López Jordán, un importante movimiento cuyo primer intento de acción finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández en el Brasil. Después de esta revolución, siguió siendo por corto tiempo asesor del general revolucionario, pero con el tiempo se distanció de él.
A su regreso a la Argentina, en 1872, continuó su lucha por medio del periodismo. También desempeñó los cargos de Diputado y Senador de la provincia de Buenos Aires. Ocupando este último cargo, defendió la federalización de Buenos Aires en un memorable discurso, enfrentándose a Leandro N. Alem.
Pero fue, sin embargo, a través de su poesía como consiguió un gran eco para sus propuestas, y la más valiosa contribución a la causa de los gauchos. El gaucho Martín Fierro (1872) y su continuación, La vuelta de Martín Fierro (1879), en conjunto, forman un poema épico popular. Es generalmente considerada la obra cumbre de la literatura argentina. Ese mismo año se desempeñó como, y en 1881 como Senador por la Provincia de Buenos Aires.
En 1886 muere en su quinta de Belgrano. Sus últimas palabras fueron: “Buenos Aires... Buenos Aires... En su homenaje, el 10 de noviembre (aniversario de su nacimiento) se festeja en la Argentina el Día de la Tradición.

martes, 20 de octubre de 2009

LRA 36 Radio Nacional

20 de Octubre de 1979
LRA36 RADIO NACIONAL "ARCÁNGEL SAN GABRIEL
"BASE ESPERANZA, ANTÁRTIDA ARGENTINA
El 20 de octubre del año 1979 a las 11:45 hs, se inauguró LRA 36 Radio Nacional “Arcángel San Gabriel” en la Base Esperanza de la Antártida Argentina, filial de LRA Radio Nacional.
La misma está a cargo de miembros del personal militar de la base, dedicándose los mismos al control, mantenimiento y operación técnica de la consola y equipos, y siendo sus locutoras, esposas de distintos integrantes de la dotación.
Previo a la invernada, el personal que fue designado a formar parte de LRA36, asiste a un curso dado en el gubernamental Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER).
Esta es la primera y única emisora del mundo ubicada el la Antártida, desde su puesta al aire, quedó incorporada al Servicio Oficial de Radiodifusión, siendo su primer operador el Sargento Primero Eduardo F. DE CARLI, y en la locución la Señora Silvia LUCA de ARNOUIL.
Tiene una potencia de 10 kW, irradiando en la frecuencia de 15.476 kHz en la banda de 19m en amplitud modulada (AM) con transmisiones diarias de lunes a viernes de 15 a 18 hs. y en 97.6 MHz en frecuencia modulada (FM), con transmisiones diarias de 8 a 12 hs realizando un programa informativo e interés general.
Esta emisora desde su fundación fue creando gran interés, no solo dentro de la Base Esperanza, sino que trascendió para ser escuchada en todo nuestro país, resto de America del Sur y central, Europa, Asia y toda Norteamerica.
Se emite un programa diario para toda la Base, donde se dan noticias nacionales, internacionales, de interés general, datos del tiempo.
Se responde a pedidos de música y se trata de compartir fechas importantes, ya sean: cumpleaños, aniversarios, día de la madre, del padre, etc.; entonces se integran llamadas desde el continente, donde el agasajado/a desde su lugar de trabajo es sorprendido en cualquier momento de la mañana por familiares y amigos.
También se realiza el programa de la tarde, que sale de Lunes a Viernes de 15:00 a 18:00 hs, llamado: “De Esperanza al Mundo” y como su nombre lo indica es escuchado en todo.

Fundación de Gualeguaychu

20 de Octubre de 1783:
Tomás de Rocamora funda la ciudad de Gualeguaychú, en Entre Ríos.


Gualeguaychu, y el río que la vió nacer.
, chanás y mebguás, pobladores también del Delta; los charrúas se desplazaban por las zonas próximas al río Uruguay. Todos eran amigos del agua y excelentes conocedores de ríos y arroyos, viajaban sobre piraguas construidas por ellos mismos y manejaban con destreza el arco y la flecha.
Las corrientes colonizadoras hacia Entre Ríos parten principalmente, de tres puntos: desde el oeste, de Santa Fe; desde el norte, de las Misiones jesuíticas y desde el sur, de La ciudad toma su nombre del río que lo vió nacer. La palabra Gualeguaychú es una deformación del término guaraní Yaguarí Guazú: Yaguar: Tigre; I: Río; Guazú: Grande,
o sea "Río del Tigre Grande". Según estudiosos de la toponimia hay otras definiciones como "Agua de andar lento" o "Río de las cuevas de los chanchos.
Los indígenas que poblaban las tierras entrerrianas pertenecían a diversos grupos del litoral. Los mepenes y los mocoretás vivían en el noroeste; en el sur habitaban los tímbúesBuenos Aires.
En 1783 Tomás de Rocamora por orden del Cabildo de Buenos Aires funda tres pueblos: Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú. Estas fundaciones tenían relación directa con la necesidad de controlar militarmente la región contra los portugueses y los contrabandistas.
Rocamora arriba al poblado inicial, muy pequeño y recibido por los vecinos, observa que el lugar dónde estaba el primer asentamiento era bajo y anegadizo, decidiendo el traslado mas al norte, frente a la isla hoy llamada Libertad.
El 18 de octubre de 1783 se formó el Primer Cabildo con lo que quedó oficialmente fundada para posteriormente ser elevada a la categoría de ciudad el 4 de noviembre de 1851, por decreto del entonces gobernador Gral. Justo José de Urquiza.
De acuerdo a las Leyes de Indias, Rocamora desbroza el terreno, realiza las mensuras, asigna los lugares públicos, reparte 85 solares, elige los integrantes del Primer Cabildo y el Santo Patrono, pasando a llamarse la Villa, San José de Gualeguaychú.
El primer cabildo designado por Rocamora, estuvo integrado por el Alcalde Vicente Navarro y los regidores Domingo Ruíz, Valentín Barrios y Pedro José Duarte, Capitán de milicias fue designado Gregorio Santa Cruz. Entre algunos de los primeros vecinos se destacaron Don José Sánchez Calderón, Juan Castares, Pedro Pablo Ezeysa, José Arias Montiel, Antonio Azorín y José Miner.
En 1836 se termina la Iglesia San Antonio frente a la actual Plaza Constitución maravilloso templo cuya construcción comenzó bastante tiempo antes, por el año 1807.
El primer núcleo de población fue compuesto por campesinos humildes y trabajadores; pero rápidamente se fue acrecentando por la llegada de criollos y gringos, jóvenes, inteligentes dispuestos al trabajo y con ansias de progreso.
En el año 1890 se inauguró el ramal Gualeguaychú del FF.CC. Central Entrerriano, su Estación y el Tranvía, llegando ambos hasta el Puerto que contaba ya con muelle de piedra.
El adelanto fue notable con la instalación del frigorífico a orillas del Río en 1929; iniciativa que fue tomada por la Cooperativa Ganadera, contando con puerto propio y garantizando la creación de un nuevo barrio: Pueblo Nuevo y el desarrollo de nuevas vías férreas.
En la segunda mitad del siglo XIX, el comercio mejora y aumenta, localizándose en el área central y en torno a las calles 25 de mayo y Urquiza.
El progresivo crecimiento de la ciudad se vió amparado por el comercio que se ejercía a través del puerto, y el crecimiento de la pequeña y mediana industria, la instalación de numerosos centros educativos, favoreciendo la enseñanza de niños y adultos.
A 33 Km. de la ciudad se encuentra el gran Puente Internacional “General José de San Martín”, que vincula Puerto Unzue con Fray Bentos en la República de Uruguay.
Foto: Jorge Gonzalez



20 de Octubre Gregorio Las Heras


20 de Octubre de 1906:

Llegan a la Capital Federal los restos del general Juan Guadalberto Gregorio de Las Heras. Había muerto en Santiago, Chile el 6 de febrero de 1866. Sus restos descansan en la Catedral, al lado de los del general José de San Martín.

Un poco de Historia.

Juan Gualberto Gregorio de las Heras (Buenos Aires ; 1780 - Santiago de Chile; febrero de 1866), militar argentino, integró el Ejército Libertador de Chile y Perú y fue gobernador de la provincia de Buenos Aires. Más tarde dirigió grupos opositores al gobernador Juan Manuel de Rosas en el exilio en Chile.

Primera campaña en Chile El apellido original de su familia era Gregorio de Las Heras, pero más tarde le quedó su segundo apellido como único. Fue comerciante en su juventud, y luchó contra las Invasiones inglesas en el regimiento de Húsares de Pueyrredón.
Al estallar la Revolución de Mayo se encontraba en Córdoba, donde se incorporó a un regimiento local de 400 hombres. Éste fue enviado en 1813 a Chile, bajo el mando del coronel Santiago Carreras y luego de Marcos Balcarce; Las Heras era su segundo jefe y ocupó el mando poco después. Participó en el Sitio de Chillán, donde venció en la Batalla de Cucha Cucha en febrero de 1814, y al mes siguiente en la Batalla de Membrillar, a órdenes del general Juan Mackenna. Luchó en otras batallas menores y fue ascendido a teniente coronel.
Se vio envuelto en las disensiones internas entre los partidos chilenos, lo que hizo que regresara a Mendoza; pero el nuevo gobernador de Cuyo, José de San Martín lo convenció de regresar. Llegó justo después del desastre de Rancagua, en octubre de 1814, a tiempo para proteger la retirada de las fuerzas que se pudieron salvar. Entre ellos iban los generales Bernardo O’Higgins y José Miguel Carrera.
La campaña de San Martín a Chile
San Martín se puso a organizar el Ejército de los Andes y encargó a Las Heras la formación de un cuerpo de infantería. Justo antes de comenzar el cruce de los Andes fue ascendido a general, y comandó la columna más importante, que cruzó por el paso de Uspallata, en el norte de Mendoza, mientras San Martín cruzaba por el sur de San Juan. Cuando la columna que comandaba el coronel Las Heras partió desde el campamento de El Plumerillo, la gente salía a la calle a ofrecer mantas y ponchos para que se abrigaran los soldados. Su segundo jefe, Enrique Martínez y su lugarteniente José Antonio Alemparte Vial, ganaron algunas pequeñas batallas, como las de Picheuta, Achupallas y Guardia Vieja, y juntos ocuparon la ciudad de Santa Rosa de Los Andes, actualmente Los Andes.
El 12 de febrero de 1817, su participación en la batalla de Chacabuco fue esencial para asegurar la victoria. Dirigió la primera campaña al sur de Chile, venciendo al general José Ordóñez en Curapaligüe y Gavilán, al norte de Concepción. Después quedó bajo el mando de O’Higgins, que organizó el asalto de la fortaleza de Talcahuano en diciembre. Pero desoyó las ideas de Las Heras y siguió las de un general de Napoleón, y a pesar del heroísmo de Las Heras, que perdió la mitad de sus hombres, el asalto fue un desastre.
Poco después llegaban refuerzos del Perú para los realistas, de modo que San Martín ordenó el repliegue y se puso al mando del ejército. Una imprudencia costó la derrota de batalla de Cancha Rayada, donde la decisión de Las Heras salvó la mitad del ejército. Con esos hombres y algunos más, y sólo dos semanas más tarde, San Martín obtuvo la definitiva victoria en la batalla de Maipú, donde Las Heras completó la victoria derrotando al general Ordóñez.
Campaña al Perú
Juan G. Las Heras
Permaneció en Santiago, donde se casó con una joven de la aristocrática familia Larraín, y ayudó a San Martín a formar la Expedición Libertadora del Perú como jefe del estado mayor.
Cuando la expedición desembarcó en la bahía de Paracas, en septiembre de 1820, Las Heras fue el encargado de tomar la cercana villa de Pisco, primera base del ejército en Perú. Desde el campamento Huaura hizo varias cortas expediciones hacia los alrededores de Lima. Tras la caída de la capital virreinal en manos de los patriotas, dirigió el sitio del puerto y fortaleza de El Callao, que le costó cuarenta días capturar.
Ocupó la comandancia en jefe del ejército peruano y fue ascendido al grado de mariscal, pero se enfrentó con San Martín por la inactividad del ejército, la inclinación aristocrática del gobierno peruano y las intrigas del ministro Bernardo de Monteagudo. Regresó a Chile, pero fue muy mal recibido por O’Higgins, de modo que volvió a Buenos Aires.
Gobernación en Buenos Aires El ministro Bernardino Rivadavia lo envió en misión diplomática al Alto Perú, a negociar con los últimos realistas, pero fracasó por la intransigencia de éstos. Estaba en viaje de regreso, cuando fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires, cargo que asumió en mayo de 1824. Continuó el impulso progresista de su antecesor Martín Rodríguez, y firmó un tratado con Inglaterra, que incluía el reconocimiento de la independencia argentina.
En un principio se opuso a la guerra con el Imperio del Brasil, que aún ocupaba la Banda Oriental. Sin embargo, poco después de inaugurar el Congreso de 1824, recibió la noticia de la victoria de los Treinta y Tres Orientales y debió declarar la guerra. Pero su ministro de Hacienda, Manuel García, le negó sistemáticamente fondos, por lo que no hubo avances por más de un año.
La guerra obligó al Congreso a nacionalizar el gobierno porteño, y en febrero de 1826 asumió Rivadavia como presidente. Éste nacionalizó casi toda la provincia de Buenos Aires, y Las Heras renunció a un cargo que ya no significaba nada.
Últimos años
Regresó a Chile, donde ejerció como jefe de estado mayor e inspector general del ejército hasta 1830. Si bien no era un exiliado, se rodeó de todo tipo de exiliados argentinos en Chile; entre ellos resultaban cada vez más numerosos los enemigos de Facundo Quiroga y Juan Manuel de Rosas, que gradualmente asumió el gobierno general de la Argentina y expulsó a todos los opositores. Consiguió la protección del gobierno chileno de esos exiliados, entre ellos los futuros presidentes Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento, y presidió la comisión argentina de emigrados. En realidad, sólo aportaba su casa para las reuniones.
Tras la caída de Rosas en 1852, ocupó algunos cargos honorarios en el ejército chileno; era comandante general de armas en 1865, cuando pasó a retiro definitivo.
Sus cenizas se encuentran en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires junto al Mausoleo del General José de San Martín.

Fallecimiento de Felix Azara

Félix de Azara
Fue un militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo, humanista y naturalista español, nacido el 18 de mayo de 1742 en Barbuñales, Provincia de Huesca y fallecido allí en 1821. Hermano de José Nicolás de Azara.
Realiza sus estudios en la universidad de Huesca y luego en la Academia militar de Barcelona de dónde sale como cadete en 1764. Sirve en el regimiento de infantería de Galicia y obtiene el grado de lugarteniente en 1775. Fue herido en la guerra contra Argel y sobrevivió de milagro. Rechazó en 1815 la Orden de Isabel la Católica en protesta por los ideales absolutistas que reinaban en España.
España y Portugal, por el tratado de San Ildefonso (1777), fijaban las fronteras de sus posesiones en América del Sur. Se eligió a Azara para formar parte de los comisarios encargados de delimitar con precisión las fronteras españolas. Parte hacia Sudamérica en 1781 para una misión de algunos meses y se quedará durante 20 años.
Según sus propias palabras, inicialmente se dirigió a Asunción, capital de Paraguay, para realizar los preparativos necesarios y esperar al comisario portugués. Dada la tardanza del comisario portugués, Azara decidio emprender un viaje por su cuenta y realizar un mapa de la región.
En sus viajes, y casi por aburrimiento, tomó interés en los animales de las zonas que visitaba. Así, a pesar de saberse ignorante sobre el tema y creer que antes que él ya lo habrían hecho los viajeros y naturalistas de América, decidió apuntar sus observaciones y esperar a acabar sus otras obligaciones para publicar los materiales. Así, desprovisto de conocimientos científicos, se dedica al estudio de los mamíferos y las aves que encuentra. La única bibliografía de la que dispone es una traducción al español de las obras de Buffon (1707-1788).
Félix de Azara
Azara está convencido de que los animales descritos por Buffon son los mismos que él se encuentra en América. A partir de ese momento, en cuanto descubre diferencias, lo que ocurre a menudo, critica rigurosamente al naturalista parisino y más aún a Charles-Nicolas-Sigisbert Sonnini de Manoncourt (1751-1812) quien dio a Buffon los datos sobre los pájaros de la Guayana. Su falta de conocimientos, concretamente su incomprensión de la gran diversidad de las especies, le lleva a realizar errores de juicio. Así, confunde las bataras de Paraguay (pertenecientes al género Myrmothera Vieillot, 1816) que él observa con los hormigueros de la Guayana descritos por Sonnini (pertenecientes al género Thamnophilus Vieillot, 1816).


Felix de Azara, escultura de Eduard Alentorn en el Museo Martorell de Barcelona
Azara describió 448 especies, de las cuales la mitad eran nuevas.
Finalmente fue llamado de vuelta a España en 1801 al cabo de 20 años de privaciones, sufrimientos y después de haber sobrevivido a diversos peligros, desde ataques de indios hasta serpientes venenosas.
No aportó animales disecados, sino únicamente sus manuscritos sobre los mamíferos y reptiles del Paraguay y del río de la Plata (Essais sur l´histoire naturelle des Quadrupèdes, Paris, 1801, y la versión española: Apuntamientos sobre la historia natural de los quadrúpedos del Paraguay y Río de la Plata, Madrid, 1802), los Apuntamientos para la historia natural de las Paxaros del Paraguay y Rio de la Plata (tres volúmenes, Madrid, 1802-1805). Haciendo prueba de gran generosidad, el mismo Sonnini tradujo la obra al francés en 1809 bajo el título Voyages dans l’Amérique méridionale, par don Félix de Azara (cuatro volúmenes, de los cuales el tres y el cuatro corresponden a los "Páxaros del Paraguay", y atlas, Paris).
Gustav Hartlaub (1814-1900) editó en 1837 un índice de las especies de aves descritas por Azara. Varias especies le fueron dedicadas: el pájaro Synallaxis azarae por Alcide Dessalines d'Orbigny (1806-1876) en 1835 y los roedores Dasyprocta azarae por Martin Lichtenstein (1780-1857) en 1823, Akodon azarae Johann Fischer von Waldheim (1771-1853) en 1829 y Ctenomys azarae por Michael Rogers Oldfield Thomas (1858-1929) en 1903.
También se le ha dedicado una dorsal en la Luna, la Dorsum Azara en 26° 42' N y 19° 12' O de unos 105 km de longitud. La ciudad de Azara en la provincia de Misiones nominada en su memoria por su trabajo en la región.
Se planteó la posibilidad de la evolución de las especies, preguntándose las similitudes existentes ante la falta de rigor científico, antes que el propio Charles Darwin, quien parece que conocía sus estudios.
Colaboró con José Artigas en el establecimiento de pueblos en las fronteras entre la Banda Oriental (actual Uruguay) y el Imperio del Brasil, cuya fundación más importante fue el pueblo de Batoví.

Efemérides 20 de Octubre

20 de Octubre 1548:
Alonso de Mendoza funda la ciudad de La Paz, en Bolivia.

El pequeño poblado de Laja se encuentra a 36 kilómetros de La Paz a una altura de 3960 metros y a medio camino de Tiwanaku, ciudad ceremonial de los antiguos incas, complejo arqueológico y centro religioso y cultural. Debido a que El Alto, ciudad-satélite de La Paz, con cada año que pasa se extiende más y más y con mayor rapidez por el altiplano, ya a los pocos minutos de que a ambos lados de la vía dejen de verse los pequeños cobertizos urbanos y comience el típico paisaje de la altiplanicie boliviana, encontraremos frente a nosotros una bifurcación de caminos con una gran tablilla indicadora: “Laja, Cuna de La Paz”.

Alonzo de Mendoza
Según los datos del periódico Los Tiempos de abril del 2007, el poblado está habitado por unas 16300 personas. En el pequeño poblado no hay donde comer algo ni donde pasar la noche, por lo cual la mayoría de los turistas sólo se detiene brevemente por una media hora en su itinerario hacia Tiwanaku. En Laja sólo hay un teléfono público. Es decir, es el más común de los poblados, no contaminado aún con nuevas construcciones que atraigan la atención de los turistas.

Laja, poblado sin atractivos especiales, debe su fama al hecho de haber sido la “cuna” de la actual ciudad de La Paz. El capitán conquistador español Alonzo de Mendoza, en su vagar por el altiplano en pos de un lugar apto como asentamiento para la nueva ciudad que serviría como punto intermedio en la ruta desde El Cusco y Arequipa hasta La Plata (actual ciudad de Sucre), se detuvo en la aldea de indios aymara denominada Llaxa o Lappara. Años antes, los conquistadores ya se habían instalado no lejos de esta aldea. Al capitán Alonzo de Mendoza le gustó el lugar, por lo que decidió apresurarse y el 20 de octubre del año 1548 fundó aquí la ciudad de La Paz. Ello le mereció que muchos años después en la plaza principal le erigieran un monumento.
Luego de haber pasado dos noches sometido a intenso frío en el poco hospitalario altiplano, Alonzo de Mendoza continúo la marcha, encontrando en su camino la depresión de Chuquiago, en la que abundaban los riachuelos, no hacía tanto frío, había menos viento y se disfrutaba una hermosa vista del monte Illimani (de 6,500 metros de altura). Además, en el lugar había aldeas de indios aymara que en los verdes prados del valle criaban rebaños de llamas. Al capitán le gustó este nuevo valle mucho más que Laja por lo que, sin pensarlo mucho, “refundó” la ciudad de La Paz en las estribaciones del Illimani, lugar que ocupa hasta nuestros días. Si el capitán Alonzo no hubiera cambiado de opinión, posiblemente La Paz se encontraría hoy en el altiplano y en el valle estaría la ciudad satélite de El Bajo. El poblado de Laja también es conocido por su antigua iglesia de la plaza principal, que forma parte obligada del “paquete visual” tradicional de En 1545, tres años antes de la llegada del capitán Alonzo, los conquistadores comenzaron la construcción de una iglesia para sus necesidades rituales. Más de cien años después, en 1680, la iglesia fue reconstruida, incorporándole los rasgos de la arquitectura renacentista que aún hoy pueden apreciarse. A ambos lados de la entrada, en la fachada, se incorporaron columnas con 4 relieves de monos y águilas bicéfalas. Las águilas representaban el símbolo de la colonia y los monos, la milenaria cultura de Los Andes. Como resultado se obtuvo este mestizaje arquitectónico. Es probable que la iglesia haya sido sometida a nuevas reconstrucciones más tarde, toda vez que en uno de sus campanarios se aprecia la inscripción “1903” en la piedra.
Entre los habitantes de La Paz y El Alto, el poblado de Laja tiene fama por su pan, para ser más exactos, por sus galletas. Las galletas que se traen de Laja a estas ciudades “vuelan” como “merengues en la puerta del colegio”, según reza el refrán. A los turistas en ruta hacia Tiwanaku pueden incluso recomendarles no comprar pan en los puntos de venta próximos al punto de acceso (tranca de Laja), sino comprarlo sólo en el propio poblado.

lunes, 19 de octubre de 2009

Día Mundial del Cancer de Mama

19 de Octubre
Día Mundial del Cáncer de Mama

Muere Julio Argentino Roca


19 de Octubre de 1914
Muere el general Julio Argentino Roca, presidente de la República por dos períodos y conductor de la Campaña del Desierto. Roca nació en Tucumán el 17 de julio de 1843.
Julio Argentino Roca
(1843 - 1914)
Julio Argentino Roca, el conquistador del desierto y uno de los artífices de la Argentina moderna, nació en Tucumán en 1843. Era el cuarto hijo de Don José Segundo Roca y Agustina Paz. La familia Roca y la familia Paz se habían destacado por su actuación en las filas unitarias. Don José Segundo había participado en la campaña libertadora junto a San Martín, en la guerra contra el Brasil y en las luchas civiles junto a Lavalle y al general Paz. En 1836 se unió a las filas unitarias que intentaron derrocar al gobernador Felipe Ibarra en Santiago del Estero. Sus fuerzas fueron derrotadas y José Segundo fue condenado a muerte. Se salvó del pelotón de fusilamiento porque Agustina pidió y obtuvo el indulto para que la pareja pudiera casarse.
Poco se sabe de la infancia de Roca. Parece que fue un muchachito travieso, capaz de idear graves travesuras y declararse inocente. Posiblemente desde entonces le quedó el apodo de "zorrito". Cuando Julio cumplió nueve años y se produjo la batalla de Caseros con la consecuente caída de Rosas, la suerte de la familia Roca cambió definitivamente. Don José Segundo se ganó la confianza de Urquiza quien le pidió que se trasladara con su familia a Concepción del Uruguay. Allí Julio ingresó al Colegio Nacional, uno de los más prestigiosos del país.
En 1858 y sin abandonar sus estudios ingresa al ejército de la Confederación con el grado de subteniente. Al año siguiente tuvo su bautismo de fuego en la victoria de Cepeda. Pero su nombre comenzará a sonar en la derrota de Pavón: cuando ya se había producido la retirada del grueso del ejército urquicista, la batería a cargo del teniente Roca siguió haciendo fuego hasta que su padre le ordenó personalmente la retirada.
Tras la batalla de Pavón, Mitre se dispuso a organizar el país. En su estrategia, la formación de un ejército era vital. Don Bartolomé era conciente de la resistencia que iba a provocar en el interior la aplicación de las políticas de libre cambio y apertura de la economía, que eran la piedra angular de su proyecto de país. Convocó a los oficiales más aptos para la tarea. Entre ellos estará Julio Argentino, quien participará en las campañas contra los montoneros del Chacho Peñaloza y Felipe Varela, bajo las órdenes de su tío, Marcos Paz. En 1865 partirá junto a su padre y tres de sus hermanos, Ataliva, Marcos y Celedonio a incorporarse a las tropas de la Triple Alianza en la guerra del Paraguay. Esta guerra será trágica para la familia Roca. Allí morirán Don José Segundo, Marcos y Celedonio. Para Julio implicará el gran espaldarazo en su carrera militar.

Cátulo Castillo

19 de Octubre de 1975


Muere en Buenos Aires el autor teatral, compositor y letrista de canciones populares Cátulo Castillo, autor de la música de "Organito de la tarde", de letras de tangos como "Tinta roja" y "El último café" y del vals "Caserón de tejas". Nació en Buenos Aires el 6 de agosto de 1906.


Cátulo Castillo recorrió con sus letras los temas que siempre obsesionaron al tango: la dolorosa nostalgia por lo perdido, los sufrimientos del amor y la degradación de la vida. No tuvo en cambio espacio para el humor ni para el trazo despreocupado, y tampoco para el énfasis rítmico de la milonga. La palabra "último" figura en varios de sus títulos, como dando testimonio de ese desfile de adioses que atraviesa sus letras, donde hay siempre compasión por quienes padecen y un frecuente recurso al alcohol como fuga. Cátulo no se dio, como letrista, un perfil definido, en lo cual se parece más a Enrique Cadícamo que a Homero Manzi. No alcanza a menudo la calidad poética de éste ni el lacerante poder de observación de Enrique Santos Discépolo, pero enalteció al género con una obra vasta e influyente, siendo también notable su aporte como compositor.
Aunque su obra de músico no sea la que nos ocupa en esta semblanza, es justo recordar que, en su juventud, Cátulo concibió páginas de gran hermosura, varias de las cuales llevaron letra de su padre, José González Castillo, talentoso comediógrafo y dramaturgo de ideas anarquistas, que hasta debió exiliarse por unos años en Chile, llevando a su pequeño hijo, para escapar de la represión. Tangos como el imperecedero "Organito de la tarde" (que concibió cuando contaba 17 años), "El aguacero", "Papel picado", "¡El circo se va!" y "Silbando" (en colaboración con Sebastián Piana) dan cuenta del único caso de semejante comunión creadora entre padre e hijo en la historia del género. También con otros letristas escribió páginas trascendentes, como "La violeta", con el poeta Nicolás Olivari; "Corazón de papel", con Alberto José Vicente Franco, o "Viejo ciego", con Manzi (y en colaboración con Piana), entre otras. Un dato asombroso es que Cátulo haya podido ser, al mismo tiempo que inspirado músico y poeta, un boxeador de renombre, que llegó a conquistar el título de campeón argentino de peso pluma.
El compromiso político con los explotados inspiró una de sus obras tempranas, "Caminito del taller". Ese tango, que Carlos Gardel grabó en 1925, le pertenece a Cátulo en letra y música. Describe en él, con enorme sensibilidad, el triste destino de una costurerita enferma, a la que observa pasar rumbo al trabajo en las mañanas invernales con su fardo de ropas. Así como creó con ésta una composición clave dentro del tango de protesta social, Cátulo también aportaría obras emblemáticas para otras tesituras.
Tal el caso de "Tinta roja", de 1941, con música de Piana, donde se funden en la añoranza el barrio y la propia infancia. "¿Dónde estará mi arrabal? ¿Quién se llevó mi niñez?", pregunta su protagonista. De ese mismo año, y de la misma pareja autoral, es "Caserón de tejas", un hermoso vals que llora las mismas pérdidas y, dentro del repertorio de compás ternario, es también una obra sobresaliente.
De otro carácter es "María", con música de Aníbal Troilo, creado en 1945. Poema intensamente romántico, que evoca un amor encerrado entre dos otoños, puede ser elegido para representar toda aquella corriente sentimental que bañó al tango durante la década de los '40, con influencia del bolero y con el papel protagónico del cantor de orquesta, que seducía al público femenino con su voz, sus temas y su estampa. Aunque el amor sigue siendo fuente de penas y sinsabores, ya no hay en estas historias perversidad ni traiciones. Su lugar suele tomarlo el misterio: "Un otoño te fuiste, tu nombre era María, y nunca supe nada de tu rumbo infeliz...", versea Cátulo.
Aunque haya sido un letrista decisivo en aquellos años, el liderazgo poético del género lo alcanzaría recién en la década del '50. Es preciso recordar que en 1951 murieron Discépolo y Manzi, que Cadícamo había reducido mucho su producción, como también ocurrió con José María Contursi, y que sól Homero Expósito, entre los máximos nombres de las letras tangueras, intentaba renovarse a sí mismo, aunque su mejor inspiración ya había pasado. Claramente, fue Castillo quien dominó el panorama y tuvo el mérito de abrir nuevos caminos, que sin embargo se irían borroneando con la declinación que sufrió el tango desde finales de aquella década. Por otro lado, los vanguardistas, con la magna excepción de Astor Piazzolla, concentraban su interés en el tango instrumental.
Aunque Cátulo siguió escribiendo en la línea evocativa, con tangos como "Patio mío", "Patio de la morocha" o "El último farol", lo mejor de su nueva producción no estuvo allí. Cerca ya de sus cincuenta años, sus letras comienzan a expresar una actitud desesperada ante la vida. Es con esos tangos de la desesperación, impregnados de sensualidad y de filosofía, que construye el último apogeo poético del género, irguiéndose por encima de sus contemporáneos. "La última curda", de 1956, con música de Aníbal Troilo, es probablemente el tango cantado más trascendente de esa década. Como había hecho Manzi en 1950 en "Che, bandoneón" y otros letristas en tantas otras piezas anteriores, Castillo dialoga con ese fuelle de "eco funeral" donde residen los secretos del tango y de la existencia. Olvido, condena, fracaso, alcohol, aturdimiento son los elementos de esa conversación sombría, que define a la vida como "una herida absurda". Las versiones iniciales que grabó el cantor Edmundo Rivero, en 1956 con Troilo y en 1957 con Horacio Salgán, son de una rara perfección. Una lectura diferente pero asimismo memorable es la registrada en 1963 por Roberto Goyeneche, también con Troilo.
Otros tangos fundamentales de aquella etapa fueron "Una canción" (1953), con música de Troilo; "Anoche" (1954), con Armando Pontier, y "Perdóname" (1954), con Héctor Stamponi, tres obras mayúsculas que motivaron excelentes versiones (por voces tan destacadas como las de Alberto Marino, Horacio Deval, Charlo, Jorge Casal, Pablo Moreno u Oscar Alonso, entre otras). El drama de los inmigrantes italianos le inspiró piezas de gran relieve, como "Domani" (1951), con Carlos Viván, y "La cantina" (1954), con Troilo. Ya en los años '60 forjó importantes éxitos con el áspero "Desencuentro" (1962), con Troilo, y el más convencional "El último café", con Stamponi.
Con estas menciones no se agota la extensa obra creativa de Cátulo Castillo. Para evitar que queden innombrados en esta semblanza, citamos otro número de excelentes tangos con los que enriqueció los mejores repertorios: "Se muere de amor" (con Pedro Maffia), "Color de barro" (Anselmo Aieta), "Dinero, dinero" y "Malva" (Enrique Delfino), "La madrugada" (Angel Maffia), "Te llama mi violín" (Elvino Vardaro), "Una vez" (Osvaldo Pugliese), "Naná" (Emilio Barbato), "Para qué te quiero tanto" (Juan Larenza), "Rincones de París" y "Volvió a llover" (Osmar Maderna), "Burbujas" (Carlos Figari), "Maleza" (Enrique Munné), "Pobre Fanfán" (Delfino/Barbato), "Ventanal" (Atilio Stampone), "Tango sin letra" (Venancio Clauso) y "Sin ella" (Charlo). La amplia y sobresaliente nómina de compositores con los que colaboró confirma el compromiso de Cátulo con el mejor tango.

Se inauguran y consagran en Buenos Aires el Convento de Santo Domingo y la Basílica de Nuestra Señora del Santísimo Rosario.

19 de Octubre de 1783



Se inauguran y consagran en Buenos Aires el Convento de Santo Domingo y la Basílica de



Nuestra Señora del Santísimo Rosario.


Convento de Santo Domingo (Buenos Aires)


La Basilica de Nuestra Sra del Rosario y Convento de Santo Domingo de la Ciudad de Buenos Aires es un templo católico ubicado en el barrio de Monserrat que data de mediados del siglo XVIII.


Historia Aunque los dominicos ocuparon el predio desde principios del sigo XVIII, no fue sino hasta 1751 que se comenzó a levantar el actual edificio diseñado por el arquitecto turinés Antonio Masella. La iglesia fue finalmente consagrada en 1783, sin estar finalizada, luego de que los arquitectos Francisco Álvarez y posteriormente Manuel Álvarez Rocha continuasen la obra de Masella.
Posteriormente, ya en el siglo XX fue elevada, al rango de Basílica.
Cuando el 2 de julio de 1807 los ingleses intentaron apoderarse de Buenos Aires por segunda vez, el convento fue teatro de un glorioso episodio. Los invasores se habían atrincherado allí, y desde la única torre
El mausoleo de Manuel Belgrano junto al convento
(actual del lado este) que tenía en aquel entonces ofrecían resistencia a las fuerzas de Santiago de Liniers. Muchas de las balas de cañón disparadas hacia el convento dieron en ella, destruyéndola. Al reconstruir dicha torre, se clavaron en ella tacos de madera que representan las esquirlas de dichas balas, en recuerdo del hecho histórico. En la época de Juan Manuel de Rosas, don José María Iturriaga hizo retirar las balas verdaderas y como recuerdo colocó en su lugar tacos de madera que son los que hasta hoy se conservan. Cuatro banderas tomadas por Liniers a los ingleses se guardan en el Convento de Santo Domingo.
Durante el gobierno de Bernardino Rivadavia los domínicos tuvieron que abandonar el país, utilizándose el convento como Museo de Historia Natural bajo la dirección del químico y botánico italiano Pablo Ferrari. Contenía 800 piezas del reino animal, 1500 del mineral y un número desconocido del vegetal. También existía una colección numismática de más de 1500 piezas. En la parte alta de la iglesia se instaló además un observatorio astronómico y un gabinete meteorológico dirigidos por otro sabio italiano, Octavio Fabricio Mossotti. Allí mismo instaló un aula de física experimental donde dictó cátedra entre 1828 y 1834. Lamentablemente lo ajeno del país a lo científico hizo que se perdieran la mayoría de sus registros meteorológicos, algunos de los cuales fueron utilizados por Humboldt y terminaron en el Instituto de Francia. Sus observaciones sobre un eclipse de sol y sobre el cometa Encke fueron publicadas por la Sociedad Real Astronómica de Londres. Con la ida del país de Ferrari y de Mossotti todo cayó en el olvido.
También en la época de Rivadavia se abrió la actual cortada 5 de Julio, partiendo en dos al convento.
El 22 de octubre de 1835 Rosas dio un decreto por el cual hizo retornar al país e instalar en su convento a los domínicos. Este decreto está firmado de puño y letra, y en él se justifica la devolución a la comunidad de los bienes que le habían sido confiscados por el gobierno de Rivadavia. En mérito a esta resolución Rosas fue nombrado hermano de la orden domínica.
En 1856 a la iglesia se le añade otra torre al oeste de la que ya tenía.
Un mausoleo en el atrio del templo alberga los restos de Manuel Belgrano, quien fue sepultado con el hábito de la orden de los dominicos. Estos estuvieron primeramente sepultados bajo una losa, a la entrada de la iglesia, por voluntad testamentaria del general, que pertenecía a la Orden Tercera de Santo Domingo. También están sepultados en el convento los restos de los padres del general Belgrano, por las generosas contribuciones con las que habían favorecido al templo y los restos del general Antonio González Balcarce, de Hilarión de la Quintana y de Martín de Álzaga.
Durante la quema de iglesias del 16 de junio de 1955, fue incendiado y saqueado, perdiéndose la mayor parte de sus documentos y reliquias.
Es Monumento Histórico Nacional por decreto del 21 de mayo de 1942.

Fundación de la Ciudad de Posadas

18 de Octubre de 1872
Se funda la ciudad de Posadas (Misiones).


Historia de Posadas
La historia de Posadas se remonta al 25 de Marzo de 1615, cuando el sacerdote jesuita Roque González de Santa Cruz funda la Reducción de Nuestra Señora de la Anunciación de Itapúa, como parte del emprendimiento de conquista y evangelización pacífica de los aborígenes guaraníes por parte de la congregación de la Compañía de Jesús. En 1621 la reducción fue trasladada al actual territorio paraguayo, donde hoy se halla la ciudad de Encarnación.

Hacia el año 1767, los pueblos jesuitas, esparcidos en los actuales territorios de Misiones (Argentina), Itapúa (Paraguay) y Río Grande do Sul (Brasil), se encontraban en un momento de esplendor económico, social y cultural, cuando el Rey de España, Carlos III, ordenó la expulsión de los clérigos de La Compañía de Jesús de todos sus dominios, paralelamente a la creación de la Provincia Colonial de Misiones, estableciéndose su capital en el pueblo de Candelaria. Al momento de la Revolución de Mayo de 1810, el Gobernador interino Don Tomás de Rocamora, declara la adhesión de Misiones al movimiento independentista porteño, a la vez que denomina al territorio misionero como Provincia Revolucionaria de Misiones. En Diciembre del mismo año, el General Manuel Belgrano, en tránsito hacia territorio paraguayo dicta el "Reglamento para los Naturales de Misiones" -primer antecedente constitucional local- paralelamente al establecimiento de una guarnición de vigilancia en la entonces llamada "Rinconada de San José", actual territorio posadeño.En el año 1811, mediante el Tratado entre las Juntas de Asunción y Buenos Aires, una parte del territorio actual de Misiones (entre la que se encuentra la actual ciudad de Posadas) queda bajo la tutela paraguaya, y en 1814 con la creación de la provincia de Corrientes por parte del Director Supremo Gervasio Antonio Posadas, es anexada al dominio político de ésta, aún con la ocupación del ejército de la nueva República del Paraguay. La heroica acción militar de Andrés Guacurarí al frente de sus hermanos guaraníes y gauchos puso punto final al dominio paraguayo en la costa Sur del Río Paraná en la Batalla de Candelaria en 1815.Hacia 1840, el Supremo Dictador del Paraguay Gaspar Rodríguez de Francia, muy interesado en resguardar el tránsito comercial por la zona de la Rinconada de San José, ordena la construcción de una trinchera utilizando los murallones jesuíticos existentes. La misma aprovechaba la topografía del lugar, fue construida en piedra bruta y extendida a través de unos 2,5 kilómetros, recorriendo el perímetro de nuestra actual ciudad capital y encerrando una importante extensión de campos utilizados como potreros de hacienda.Surge así la denominación de Trinchera de San José, reforzada por la tradición popular, la cual refiere que luego de la recuperación definitiva de la zona por parte de las tropas del Ejército Aliado, el Regimiento 24 entronizó la imagen del Patrono San José en una Capilla construida al efecto, el 17 de marzo de 1869.Al finalizar la guerra de la Triple Alianza en 1870, el pueblo de la actual Posadas era habitado por numerosos criollos, comerciantes y ex-soldados, a los que se incorporaron españoles recién llegados, extendiendo el caserío existente desde el puerto hacia el actual casco céntrico. Dada la importancia que iba adquiriendo el pueblo, el 8 de noviembre de 1870, el Gobierno de Corrientes promulga la ley de creación del Departamento de Candelaria, designando a Trinchera de San José como sede de sus autoridades; se decretó la mensura y habilitación de su puerto, encargándose la tarea al Agrimensor Francisco Lezcano. Esta ley constituye, por lo tanto, la legitimación jurídica del núcleo poblacional ya existente. Las construcciones edilicias más importantes fueron posibles a partir de la instalación de la primera fábrica de ladrillos, en 1872.Las primeras elecciones municipales se llevaron a cabo el 13 de octubre de 1872.En 1879, la Legislatura correntina aprueba la iniciativa del Poder Ejecutivo y cambia el nombre de Trinchera de San José por el de POSADAS, en homenaje al Director Supremo quien anexara esta porción de territorio misionero a aquella provincia.