domingo, 10 de mayo de 2009

EFEMERIDES 11 DE MAYO

Versiones del Himno Nacional ArgentinoEl 30 de marzo de 1900 se sancionó un decreto para que en las festividades oficiales o públicas, así como en los colegios o escuelas del Estado, sólo se cante la primera y la última cuarteta y el coro de la canción sancionada por la Asamblea General del 11 de mayo de 1813.


DIA DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO

Marcha Patriótica


(Versión original)Letra:

Vicente López y PlanesMúsica: Blas Parera
Coro

Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

Coronados de gloria vivamos

O juremos con gloria morir.

Oid ¡mortales! el grito sagrado:

¡Libertad, libertad, libertad!

Oid el ruido de rotas cadenas:

Ved en trono a la noble Igualdad.
Se levanta a la faz de la tierra

Una nueva y gloriosa Nación:

Coronada su sien de laureles

Y a su planta rendido un León.
Coro
De los nuevos campeones los rostros

Marte mismo parece animar;

La grandeza se anida en sus pechos,

A su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas

Y en sus huesos revive el ardor,

Lo que ve renovando a sus hijos

De la Patria el antiguo esplendor.
Coro
Pero sierras y muros se sienten

Retumbar con horrible fragor:

Todo el país se conturba con gritos

de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia

Escupió su pestífera hiel

Su estandarte sangriento levantan

Provocando a la lid más cruel.
Coro
¿No los veis sobre Méjico y Quito

Arrojarse con saña tenaz?

¿Y cual lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y la Paz?

¿No los veis sobre el triste Caracas Luto y llanto y muerte esparcir?

¿No los veis devorando cual fieras todo pueblo que logran rendir?
Coro
A vosotros se atreve ¡Argentinos!

El orgullo del vil invasor,

Vuestros campos ya pisa contando

Tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron

Su feliz libertad sostener.
A esos tigres sedientos de sangre

Fuertes pechos sabrán oponer.
Coro
El valiente argentino a las armas

Corre ardiendo con brío y valor,

El clarín de la guerra cual trueno

En los campos del Sud resonó;

Buenos Aires se pone a la frente

De los pueblos de la ínclita Unión,

Y con brazos robustos desgarran

Al ibérico altivo León.
Coro
San José, San Lorenzo, Suipacha,

Ambas Piedras, Salta y Tucumán,

La Colonia y las mismas murallas

Del tirano en la Banda Oriental;

Son letreros eternos que dicen:

"Aquí el brazo argentino triunfó."

"Aquí el fiero opresor de la patria

Su cerviz orgullosa dobló."
Coro
La victoria al guerrero argentino

Con sus alas brillantes cubrió,

Y azorado a su vista el tirano

Con infamia a la fuga se dio;

Sus banderas, sus armas se rinden

Por trofeos a la Libertad.

Y sobre alas de gloria alza el pueblo

Trono digno a su gran majestad.
Coro
Desde un polo hasta el otro resuena

De la fama el sonoro clarín.

Y de América el nombre enseñado,

Les repite ¡mortales! Oíd:

¡Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud!

Y los libres del mundo responden:

¡Al Gran Pueblo Argentino, Salud!



Himno Nacional Argentino

(Versión que se canta actualmente)

Letra: Vicente López y PlanesMúsica: Blas Parera

Oid Mortales, el grito sagrado:

¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

¡Oid el ruido de rotas cadenas:

ved del trono a la noble Igualdad!


Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud,

y los libres del mundo responden

¡Al gran Pueblo Argentino salud!

Coro

Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos

o juremos con gloria morir.


Nacimiento de Mamerto Esquiu 11 de Mayo de 1826
Inspiradas y sazonadas con tal virtud sus palabras obraban verdaderas maravillas, y la fama de su nombre corria por todas partes " Nació el 11 de mayo de 1826 en La Callecita (Piedra Blanca) al pie del Ambato nevado, a pocos kilometros de la Capital, bajo un techo de paja. Era el día de San Mamerto y la iglesia celebraba la fiesta de la Ascención. Fray Francisco Cortez misionero y amigo de la familia lo bautizó; y le dijo a la madre de Esquiú, antes de que este naciera, que sería obispo. Sus padres fueron Santiago Esquiú, soldado catalán enviado por España al Río de la Plata que combatió en el alto Perú hasta ser hecho prisionero por los patriotas; su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña.

EL ESTUDIANTE

La vocación de Esquiú por el saber, se advierte desde niño. En la pobre escuelida de su pueblo natal lee y escribe mejor que sus compañeritos. Por eso sus padres, lo mandan a la escuela franciscana de San Fernando del Valle, la mejor de la región, donde según Nicolás Avellaneda "los hijos de los labriegos aprenden el latin". Para asistir a clase con su hermano Odorico, en 1835 se alojan en la casa del sastre Elias Nuñez, familia amiga de los Esquiú, a pocos menos de 10 cuadras de la escuela. Hacían el recorrido, mañana y tarde a pie. Cuenta Odorico que Mamerto " iba estudiando la lección de latín con la capilla calada tropezando en las piedras". En la misma casa hay otro estudiante cuya contracción al estudio es evidente. Nuñez escribe a Santiago Esquiú y le hace saber que Mamerto estudia poco. Su padre va a la ciudad, carta en mano, y con la ternura que debe usar un padre, le reprocha su poco aplicación por el estudio. Mamerto escucha en silencio y le responde: " Es cierto que NN estudia mucho mas en la casa, pero yo doy mejores lecciones en la clase, con solo estudiar en la calle" . Su padre jamás olvido esa contestación, ni el original modo de estudiar latin "pateando piedras".

EN EL CONVENTO

A los diez años sintió el dolor de la muerte de su madre (15/05/1836) y 12 dias mas tarde, de la mano de su padre, llegó al convento de San Francisco (Catamarca), aspirante al sacerdocio; el 13 de julio de 1841, el padre guardián Fray Wenceslao Achaval, le dio los habitos de novicio. A los 12 años inicio el estudio de la filosófia y a los 14 los de teología. A los 17 hizo sus votos, el 14 de julio de 1842, fiesta del seráfico doctor San Buenaventura. No tenía edad para profesar y quedo a la espera de la dispensa que llegaría. Mientras tuvo tareas muy de su agrado. 750) this.width=750" border=0>

DOCENTE Era el mejor religioso, por su capacidad y virtudes. Los frailes dan a Esquiú tareas docentes. En 1843 es maestro de su querida escuela en San Francisco y en 1844 su director. Se desempeña con eficiencia y es llamado "el mejor maestro de su tiempo " . Reformó el plan de estudios e incorporó nuevas materias. Suprimió el rigor de los castigos, no más azotes, sólo cariño. Bibliotecario del convento, incorporó nuevos libros, con parte de lo que el colegio le daba como estipendio. Dejo la enseñanza para practicar filosofía y teología - catedras logradas con su esfuerzo - no solo en el colegio sino también en el Seminario Conciliar (La Merced), donde colaboró con la redacción del plan de estudios y el reglamento. En filosofía, reemplazó los textos en uso por otros más modernos. Lo mismo en teología, los tradujo al latín. También enseño teología en Tarija y Sucre. Pasó 30 años frente a sus alumnos; 19 en catamarca y 11 en Bolivia. Fué docente por vocación. Enseñó con dedicación y paciencia, con humildad y caridad. Para él la docencia fue un segundo sacerdocio. En la bendición de la piedra basal de la Capilla Nuestra Sra. del Huerto (Salta 1880) dijo: "un colegio que prescinde de Dios, prescinde de la verdadera ciencia; y la mayor cultura que allí se diera a las inteligencias las hara mas moustruosamente mutiladas"

EL ORADOR DE LA CONSTITUCIÓN

El joven y entusiasta Esquiú, predicaba casi diariamente. Los citaban los señores curas a sus parroquias, las religiosas a sus capillas, y aun de otras diócesis era requerido para la predicación de misiones y ejercicios espirituales. Hablaba sinceramente tratando de llegar con verdades al corazón de la gente. Todos reconocen en le padre Esquiú al mas grande orador americano; pero muy pocos tienen noticia de su extraordinaria e ingente obra como predicador evangélico. Debe admirárselo más en sus homilías americanas y en sus pláticas sencillas que en sus grandilocuentes sermones, porque con ella hacia más bien a las almas. Esquiú además, recalcaba la función de cada uno dentro de la comunidad y para poder cumplimentarla se debia tener en cuenta : 1- Saber y Calcular 2- Dedicarse a sancionar lo justo y lo bueno 3 - No flaquear antes las amenazas de la tiranía y el depotismo o ante la seducción de la demagogia 4- Sacrificar las afecciones privadas en aras del bien común . No ha quedado en Catamarca una capilla donde no se oyeran las divinas verdades expuestas con sencillez con su dulcisima y atrayente voz. Todos se agolpaban en torno a él para oir al predicador humilde y apóstolico, que derramaba con sus palabras la caridad, cuyo fuego lo consumía. El ministerio docente y pastoral de Fray Mamerto en Catamarca habían hecho de él un fraile sumamente querido y respetado a causa de su amor y saber. Su actuación pública se expandió a todo lo largo y ancho de la República con el sermón que pronunciara en la Iglesia Matriz de Catamarca, a sus 27 años, el 9 de julio de 1853 con motivo de la jura de reciente Constitución Nacional. El 28 de marzo de 1854 pronuncia un nuevo sermón con motivo de la asunción de las autoridades nacionales. Después de este sermón su fama creció y el 2 de mayo el Gobierno Federal lanzó un decreto por el que se disponía la impresión por separado de los dos sermones patrios y su envío en número suficiente al autor y a todas las autoridades civiles y eclesiásticas de la Confederación, al mismo tiempo que se pedía un ejemplar autógrafo de ambos, para ser depositados en el Archivo Nacional. En 1855 es vicepresidente de la Convención que le debía dar a la provincia su constitución y el 25 de mayo de 1856 pronuncia un nuevo sermón con motivo de la instalación del gobierno provincial. Ese mismo año y accediendo a los reclamos populares, es elegido diputado de la Legislatura provincial por el departamento Valle Viejo. Fray Mamerto fomentó, inspiró y ejecutó la industria minera, la creación de la renta pública, la instalación del alumbrado público, la erección de escuelas, la introducción de la imprenta, etc. En esta parte de su vida asume el periodismo como un modo más de expresión de su personalidad. El primer periódico catamarqueño denominado El Ambato, contuvo los primeros ensayos de Esquiú. Artículos sobre la Religión y La Patria, La Inmigración, La Educación y otros mostraban sus intereses y su profunda vocación patriótica. 750) this.width=750" border=0>

EL EXILIO

En setiembre de 1861 se le concedió permiso para residir en el Convento Franciscano de Tarija, Bolivia, famoso centro de irradiación espiritual, apostólica y misionera; este hecho habría sido una gran ilusión del Fray desde que era estudiante. La falta de vida en común y los acontecimientos que se precipitaban sobre la Patria, las luchas internas que significarían la derrota de la Confederación de Pavón provocaron mucho desánimo en Esquiú, quién no dudó un instante acerca de su traslado al país hermano. Y fue así que el 18 de mayo de 1862, después de haber intentado gestionar una misión de paz ante el gobierno santiagueño por encargo del catamarqueño, comienza su alejamiento. El 16 de mayo Esquiú llega a Tarija, para consagrar su vida a la oración y al estudio. El 28 de ese mismo mes comenzaba la redacción de su Diario de recuerdos y memorias, extenso documento espiritual en el que quedara retratada su vida. Al poco tiempo de su estadía en Tarija efectuó las predicaciones cuaresmales del año 1863, como así también la evangelización de los chiriguanos, la confesión de enfermos de fiebre amarilla, la enseñanza de la teología y la atención espiritual de un lazareto. Fue designado profesor de teología en el Seminario y colaborador directo del Arzobispo. También se le asignó la creación de un periódico de inspiración cristiana, que se concretó el 15 de setiembre de 1868 recibiendo el nombre de El Cruzado. La defensa de la Iglesia en las páginas de El Cruzado fue tal, y en especial la del papado, que Fray Mamerto recibió un cálido reconocimiento en la persona del Papa Pío IX. Tras la muerte de Mariano José de Escalada, primer Arzobispo de Buenos Aires, el Senado con fecha 22/08/72 propone a Fray Mamerto Esquiú para cubrir tal cargo, designación que fue rechazada por el Fray con una renuncia fechada el 12 de diciembre de 1872. Luego de estos acontecimientos se dirigió a Ecuador y Perú, retornando luego a Bolivia volviendo a asumir su oficio de predicación yendo por diversas ciudades.

TIERRA SANTA

El 1º de mayo de 1875 dejaba para siempre Tarija, teniendo como meta Catamarca a donde llegó el 21 de setiembre. En las fiestas de San Francisco y de Santa Teresa, volvió a predicar frente a su pueblo. El 24 de setiembre le fue solicitado una prédica con motivo de la realización de una misa en acción de gracia por la inauguración de la Convención Constituyente que se abocaba a la reforma de la Constitución Provincial. El 4 de febrero de 1876, después de finalizar todo lo necesario para cumplir con su proyectado viaje a Tierra Santa, emprende el recorrido desde Catamarca. Primero Córdoba y después Rosario y el convento histórico de San Lorenzo; de allí se trasladó a Montevideo. Finalmente el 21 de marzo embarca para Europa pasando por Río de Janeiro. El 24 de abril desembarca en Marcella y de allí parte a Génova desde donde se dirige a Roma el 28. El 8 de junio parte a Nápoles y desde ahí pasa a Alejandría, para llegar el 27 a Jerusalén. El General de la Orden lo llama a Roma, alejándose el 8 de diciembre de 1877 después de casi un año y medio de estadía en Palestina. La misión que le encomendara el General era el restablecimiento de la vida según el ideal de San Francisco, como un humilde obrero. El 22 de enero se dirigió por brevísimo tiempo a Asís. El 25 vuelve otra vez a Roma, donde en el mes de abril conoce al nuevo Papa, León XIII. Génova lo vio partir el 2 de mayo.

PASTOR DE SU PUEBLO

El 28 de mayo de 1878 Fray Mamerto se reencontraba nuevamente con su Patria y el 8 de junio llegó a Catamarca. A la semana de su arribo a Catamarca, es elegido convencional para la reforma de la constitución provincial, lo cual es aceptado por Esquiú. Se dedica al estudio y redacción de un Proyecto de constitución, que se destaca por la amplitud de miras y la salvaguardia de los intereses populares. Tras la muerte de Mons. Alvarez, el 24 de agosto de 1878, el Senado de la Nación consigna en primer término el nombre de Fray Mamerto en la terna para el obispado de Córdoba. El 16 de enero de 1881 toma posesión del obispado. La actividad desplegada en su regencia episcopal fue increíble: predicó en casi todas las iglesias y capillas de Córdoba, dio ejercicios espirituales en varios lugares, y los monasterios, hospitales y cárceles fueron testigos del paso y de la voz del infatigable obispo. Creó el Taller de la Sagrada Familia, lugar de trabajo para la mujer sin recursos, y diversas obras de esta índole en estrecha colaboración con los párrocos. El seminario diocesano se vio enriquecido por la labor promotora de Fray Mamerto, que en el ámbito de los estudios terciarios bregó por el restablecimiento de los estudios teológicos. Su segundo año de episcopado lo inició efectivamente como "campesino", yendo de pueblo en pueblo, recorriendo la campaña.

SUS ULTIMOS DIAS
El 28 de diciembre de 1882 Fray Mamerto abandona Córdoba para dirigirse a La Rioja donde sed había suscitado un litigio con el gobierno provincial, a causa de un nuevo cementerio y del reglamento civil que se le había dado, en franca pugna con las normas en vigencia que hacían depender a los cementerios de la administración eclesiástica. El 31 de diciembre llegó a destino. En su breve estadía administró los sacramentos, realizó prédicas, arregló los problemas pendientes con la Vicaría, conversó con sus curas, etc. Después de sus gestiones, el 8 de enero de 1883 se alejaba de La Rioja. En el transcurso de su viaje de regreso comenzó a sentirse indispuesto sin lograr una mejoría. Y fue así que el día de 10 de enero de 1883 moría Fray Mamerto de la Ascención Esquiú y Medina. Luego de 2 días de sepultura, el gobierno nacional ordenó desenterrarlo y enviarlo a Córdoba donde se practicó la autopsia del cadáver. Llamó la atención la incorruptibilidad del corazón, que fue extraído y colocado en un recipiente con alcohol para enviarlo al Museo de ciencias naturales de Buenos Aires, que no llegó a concretarse debido al reclamo de uno de sus hermanos. Una vez recuperado el corazón de Fray Mamerto por su hermano, pasó por Catamarca hospedándose en el Convento de San Francisco, en donde los frailes le suplicaron lo dejara ahí, donde el Fray se iniciara en su vida franciscana. Es así como en la actualidad el corazón de Fray Mamerto Esquiú se encuentra en el convento una urna de vidrio. 750) this.width=750" border=0> Los Diarios de la época publicaban: “Ha muerto no sólo un gran pastor, sino un gran hombre, que iluminó con sus prodigiosos talentos y con la luz de sus conocimientos profundos, el claustro, la Cátedra Sagrada [...] el humilde entre los humildes, que vivía más humildemente aún, ha expirado en un lugar humilde, solitario, privado de todo recurso, rodeado por el misterioso silencio del desierto” (El Eco de Córdoba, 12-1-1883). “Los buenos se van y cuando los buenos se van es porque algo serio nos prepara la providencia para los malos” (El Ferrocarril, Mendoza, 31-3-1883). “La humildad, la pobreza, el desinterés, la castidad, el sacrificio, el amor al prójimo, la obediencia; las privaciones y los dolores impuestos a su existencia física. Todo ese conjunto que ha prescripto el rito y que pocos tienen presente, estaba encarnado en el fraile catamarqueño” (El Diario de Buenos Aires, 31-1-1883)

LA BEATIFICACION

Después de 7 años, en Córdoba, los peritos terminaron con la revisión hitórica, pero tiene que ser aprobada aun por la Santa Sede. Terminaron en octubre de 2000 y entregaron 8 cajas de material que el padre Jorge Martinez - sacerdote franciscano y vice postulador de la causa de Beatificación de Fray M.Esquiú - entregó a la Santa Sede, en Roma para revisar nuevamente el material. El proceso comienza en 1926 Esquiú en cierto modo, no tuvo mucha suerte en cuanto al proceso. Primero hubo una confución se habia iniciado en Cordoba, después se hizo aquí, en Catamarca, un proceso que no tuvo valor. Luego vino la segunda guerra mundial y eso también la detuvo. Cuando ésta terminó, la causa fué retomada pero de los tres teólogos que debian hacer juicio de los escritos de Esquiú, dos son favorables y uno es contrario. Esto hace que la causa se detenga y PIO XII, el Papa que estaba en ese momento, archiva el proceso. En 1957, el embajador Manuel del Rio pide permiso para reabrir la causa y Juan XXIII se lo otorga en 1958. Él revé todo y hace la defensa, pero al morir, al proceso lo ve Pablo VI, quien aprobó la defensa y asi pudo retomar nuevamente la causa en 1964. Luego en Catamarca, el padre Bernardo Martinez trabajo mucho en la causa, reactivó el proceso, logró el reconocimiento de los restos de Esquiú en la Catedral de Córdoba y pidió la opinión de los nuevos teologos. Como habia sido una causa detenida, en vez de volver atrás pusieron seis teólogos y los seis aprobaron y recomendaron su Beatificación en 1978. En 1979 se logra la prueba que no hubo culto especial sobre Esquiú, porque el culto tambien detiene la causa de Beatificación. Entonces todo estuvo acorde para presentar lo que se llamó la disquiscición histórica, es decir un estudio histórico. En ese momento lo tomaron tres licenciados de historia, ellos hicieron el trabajo, pero parece que no estaban informados de todo el proceso jurídico y lo terminaron muy tarde, recien en 1990. Fue entonces cuando el Cardenal pide al padre Jorge Martinez que se ocupe del tema, quien ese momento se ocupaba como Rector de la Universidad de Mendoza. Viajo a Roma e inició una investigación más profunda y en 1993 verifica que desde 1978 la causa se habia detenido bastante y que practicamente estaba parada.

EL MILAGRO

Habia que hacer una nueva investigación y para ello se formo una comisión en la diócesis donde se originó la causa - Córdoba - y se hizo la investigación, que ya fue entregada a la Santa Sede. Si la aprueban, la causa comienza a andar rápido, porque el milagro ya está . El milagro se trata de un señor que pierde la vista del todo por una trombosis de retina, es decir cuando las celular nerviosas se pierden, mueren, y no se restituyen más. No hay remedio, no hay operación, no hay nada. El señor no se convencía, entonces va a una clínica especializada en Córdoba, donde le hacen todo un estudio pormenorizado y le dan el mismo diagnóstico. Vuelve a Catamarca, invoca a Esquiú y a los tres días recobra la vista.No se puede saber en que época sucedio este hecho puesto que aun es un secreto. Se han comprobado mas de 300 relatos (milagrosos) pero que no estan probados jurídicamente bien. Son dos procesos diferente que hay que seguir para la Beatificación : La vía del milagro y la vía de lo histórico. Cuando se prueba lo histórico, se considera el milagro y se da un decreto en la Santa Sede que se llama validez, que convalida todos los años no actuados. Allí nombran un relator general que no puede ser franciscano y que va a nombrar un abogado y un postulador para que lo informen de todo. Tiene que relatar que Esquiú fue heroico en el ejercicio de las virtudes. Se revisa todo, se presenta en la Santa Sede y con el milagro ya basta para declararlo Beato. Luego de la Beatificación el paso siguiente es la canonización, es decir la declaración de santo, pero despues de la Beatificación ya se le puede rendir culto. Para la canonización se necesita otro milagro aprobado, antes se pedian más sin embargo ahora son menos pero con más pruebas.

SELECCIÓN DE TEXTOS DE FRAY MAMERTO ESQUIU

"La religión es algo más que sus ministros, es mucho más que las personas; es la vida de los pueblos" (del sermón pronunciado en la Iglesia Matriz de Catamarca, el 25 de mayo de 1856) "Se viola todo derecho, se falta a la fe jurada pública, se emplean medios que reúnen en sí la más chocante ruindad con la mayor violencia e injusticia y contra la causa más débil e inocente que hay en el mundo (…) injusticias manifiestas, ferocidad implacable, persecuciones cruelísimas; ¡todo es lícito, es justo y laudable con sólo agregar que esto se hace por causa de la libertad!" (ibídem) "Todo hombre es inviolable en su persona; nadie puede ser encarcelado sin orden escrita y motivada de juez competente; ni simplemente arrestado o detenido, sino en los casos previstos por la ley, y nada más que por el tiempo que ella señalase; ni en caso alguno multado con pena de azotes, ni apremiado a confesión de algún crimen por medio de tormentos" (del Proyecto de Constitución para la Provincia de Catamarca, artículo 11) "¡Dios se mece sobre los hombres, como el sol centellea sobre los planetas! ¡Por esto es sublime la sociedad! ¡Por esto es grande! ¡Por eso se exalta, palpita nuestro corazón cuando sentimos la vida de las naciones! Por esto la Religión y la Patria tienen idénticos intereses, nacen de un mismo principio, caminan cada una por vías peculiares a un mismo fin, y la una y la otra con sus pies en la tierra, y asidas de sus manos con eterno amor, campean sus cabezas en el horizonte de lo infinito" (del sermón pronunciado en la Iglesia Matriz de Catamarca, el 9 de julio de 1853)

Fuente: catamarcaguia.com


11 de Mayo de 1858 Fallecimiento de Aime Amado Bomplan

Muere en Santa Ana (provincia de Corrientes) el sabio naturalista y botánico Aimé Bonpland, que estudió la flora misionera y formó un gran herbario. Nació en La Rochelle (Francia) el 29 de agosto de 1773.

Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland, famoso botánico y médico francés que acompañó a Humboldt en su viaje por América, nació en el pueblo de Saint-Maurice, cerca del puerto de La Rochelle (Francia) el 28 de agosto de 1773. Era hijo de Simon-Jacques Goujaud-Bonpland, un distinguido médico y cirujano jefe en el hospital de La Rochelle, y su esposa Marguerite-Olive de la Coste.
Bonpland realizó sus primeros estudios en una escuela local y entonces, junto a su hermano Michel Simon, fue enviado a París a estudiar medicina. Al tiempo que estudia medicina, Bonpland desarrolló un fuerte interés en la historia natural, llegando a conocer a algunos de los principales científicos del período. En botánica, fue influenciado por las enseñanzas de A.-L. de Jussieu y R. L. Desfontaines.
Bonpland estuvo en París de 1791 a 1794, cuando fue llamado al servicio militar por la República Francesa. Sirvió como cirujano naval en el puerto de Toulon y completó su período de servicio en 1795, regresando a París ese mismo año, graduándose de cirujano de tercera un año más tarde.
Mientras estudiaba medicina, Bonpland no descuidó su interés en la historia natural; en este momento de su vida, no estaba seguro de su futura carrera, pero no hay dudas de que los estudios botánicos les eran más importantes que la medicina. También desarrolló un interés por los viajes y las exploraciones.
Viaje al Nuevo Mundo
Bonpland conoció a Alejandro de Humboldt en el Hotel Boston de París en 1798 e intercambiaron ideas sobre un gran viaje de investigación que planificaba Humboldt. Después viajaron juntos por el interior de Francia y España.
Los jóvenes naturalistas se embarcan en el puerto La Coruña (España) el 5 de junio de 1799 con destino al continente americano y llegan a las costas de Cumaná el 16 de julio de 1799. Deseosos de enriquecer el conocimiento de las Ciencias Naturales, se internaron dentro de Venezuela hacia el Orinoco, siguiendo las huellas de Pedro Loefling, primer especialista en Botánica que estudió la flora de Venezuela. Loefling, de origen sueco, era discípilo de su compatriota Carlos Linneo, célebre naturalista y padre de la nomeclatura sistemática en Botánica y Zoología.
Había transcurrido casi medio siglo de la visita de Loefling a Venezuela cuando Humboldt y Bonpland inciaron su extenso recorrido por Venezuela, recolectando y estudiando numerosas plantas, animales y otras muestras.
Bonpland durante el viaje por las colonias españolas en América se ocupó principalmente de la recolección y diseño de figuras de numerosos géneros y 6,000 especies de plantas tropicales acompañadas de sus descripciones y propiedades. También se dedicó el notable botánico a la captura y preservación de insectos, que fueron estudiados por el famoso entomólogo francés Latreille y publicados en la Colección de Observaciones de Zoología y Anatomía Comparada (1811).
Para complementar las brillantes observaciones de Humboldt, Aimé Bonpland llevó, durante los cinco años que duró todo el viaje, un diario de Botánica con más de cuatro mil descripciones sistemáticas de plantas equinocciales y diversas observaciones sobre vegetales insuficientemente descritos. Humboldt contribuyó en todas estas tareas en menor proporción. Durante el extenso recorrido, que otorgó gran fama a ambos hombres de ciencia, Bonpland reunió un herbario de 60,000 plantas -del cual la décima parte correspondía a especies descubiertas por él- que entregó al Jardín de Plantas de París.
En París
A su regreso de América, Bonpland se residencia en París para preparar, junto con su infatigable amigo Humboldt, la publicación de los resultados científicos del periplo por el Nuevo Continente.
Humboldt y Bonpland eran recibidos en los grandes salones de París con admiración y, en una de esas recepciones, conocieron en 1805 al joven Simón Bolívar, con quien los unió desde entonces una inquebrantable amistad.
Desafortunadamente, numerosos problemas ajenos a la Ciencia no permitieron una participación más efectiva de Bonpland en la redacción y publicación de los resultados botánicos del viaje americano y, por ello, Humboldt tuvo que recurrir a la colaboración de los notables botánicos C. Willdenow y C. S. Kunth para completar la extensa obra.
En 1808, la Emperatriz Josefina Bonaparte lo nombra Intendente de la Malmaison, famosa residencia de campo rodeada de numerosas plantas exóticas. Bonpland permaneció al servicio de la Malmaison hasta 1814, fecha en la que murió la emperatriz. Fue entonces cuando Bonpland decidió volver a América, aceptando el ofrecimiento de Simón Bolívar para radicarse en Venezuela. Finalmente se decidió por Buenos Aires después de que Bernardino Rivadavia, Sarratea y Belgrano lo invitaran cuando lo conocieron en Londres, en 1814.
De nuevo hacia América
Bonpland se embarcó el 23 de noviembre de 1816 y llegó a Buenos Aires el 29 de enero de 1817, acompañado por su esposa, dos jardineros, libros, gran cantidad de semillas y dos mil plantas (medicinales, frutales, hortalizas). Se propuso fundar el Jardín Botánico con la ambición de echar las bases definitivas del Museo de Historia Nacional, pero la situación creada por las necesidades de la guerra de la Independencia demoraron la concreción de la iniciativa. Mientras estuvo en Buenos Aires ejerció su profesión de médico y colaboró con periódicos locales en cuestiones vinculadas con las ciencia naturales. En 1818 solicitó y obtuvo el cargo de Profesor de Historia Natural de las Provincias Unidas y emprendió diversas expediciones por el interior del país y también por la isla Martín García, volviendo siempre con mamíferos, peces, plantas, reptiles, fósiles y flores. En 1821 fue nombrado catedrático de materia médica del Instituto Médico Militar, aunque nunca ejerció la cátedra.
Dado que las circunstancias políticas de aquel momento no permitían realizar el Jardín Botánico y el Museo que él proyectaba, decidió hacer un viaje al Paraguay y a la hoy provincia de Misiones, viaje que inició a fines de 1820 estableciendo su cuartel general en Corrientes. Desde allí emprendió excursiones, no sólo con fines científicos, sino también con el propósito de fundar una colonia agrícola para la explotación de la yerba mate, ya que en 1821 había propuesto a Ramírez, caudillo entrerriano, la explotación metódica de los yerbatales misioneros y éste le prestó su apoyo.
Interesado en el cultivo comercial de la yerba mate, desarrolló una próspera plantación y empleó también su tiempo en recolectar plantas, insectos, conchas y otros especímenes de interés científico.
No sospechaba el destacado naturalista que sus actividades nobles y pacíficas despertarían recelo en el "Dictador Supremo" Doctor José Gaspar Rodríguez Francia, que gobernaba en forma paranoide al vecino Paraguay.
En la noche del 8 de diciembre de 1821, las tropas del Dictador penetraron en el territorio en litigio con Argentina, destruyeron el establecimiento agrícola del sabio Bonpland y dieron muerte a humildes habitantes e hirieron y secuestraron a Bonpland. Posteriormente fue confinado, por orden del Dr. Francia, en la aldea de Santa María de Fe. El secuestro de Bonpland se prolongó durante diez años. No obstante, se le permitió dedicarse a labores agropecuarias. También se utilizaron sus servicios médicos y humanitarios.
Los nobles y geniales amigos de Bonpland, El Libertador Simón Bolívar y el sabio Humboldt, interpusieron toda su influencia para rescatar su libertad. Bolívar escribió el 23 de octubre de 1823 una famosa carta desde Lima al Dictador del Paraguay pidiéndole la libertad de Bonpland. Entre otras cosas decía: "Desde los primeros años de mi juventud tuve la hora de cultivar la amistad del Sr. Bonpland y del Señor Barón de Humboldt, cuyo saber ha hecho más bien a la América que todos sus Conquistadores".
La libertad de Bonpland estuvo planteada desde 1829, pero se hizo efectiva dos años después, el 8 de febrero de 1831. Luego se dirigió a San Borja, en Brasil, y se establece allí en medio de la soledad y la pobreza.
Durante varios años, Bonpland estuvo olvidado en Europa y muchos pensaban que había muerto. Sin embargo, Humboldt y otros sabían de su existencia y fue honrado tanto en Francia como en Alemania al cumplir 80 años. En 1853, se inició la revista Bonplandia, y fue condecorado por el Rey de prusia en 1854.
En Francia se gestionaba el regreso de Bonpland a su patria, pero éste sólo manifestó deseos de visitar Europa para depositar sus colecciones, adquirir libros y regresar a su retiro, ahora voluntario, en Suramérica. En esos términos escribió su última carta a Humboldt.
Aimé Bonpland murió a los 85 años de edad el 10 de mayo de 1858 en su establecimiento rural de Santa Ana (localidad conocida actualmente como Bonpland) consecuente con sus principales virtudes: sabiduría, humildad y bondad. Inmediatamente su hija lo transporta a Paso de los Libres (conocido entonces como Restauración), en la provincia Corrientes (Argentina), donde fue enterrado.

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