¿QUE ESTA PASANDO EN CORRIENTES?
Con la segunda inversion del pais ,tenemos tanta desigualdad ¿se estara invirtiendo poco? o la coparticipacion federal es desigual.
El financiamiento de la enseñanza
Se invierte más en educación, pero la desigualdad persiste
Las provincias aportan recursos dispares
Por Raquel San Martín De la Redacción de LA NACION
Cuando se habla de políticas públicas, los números pueden contar sólo verdades a medias. Aunque la inversión que hace el gobierno nacional en educación viene creciendo sostenidamente en los últimos años, las desigualdades entre las provincias -y la consecuente calidad dispar de lo que sucede en las aulas- se mantiene y se profundiza en el país.
Se invierte más en educación, pero la desigualdad persiste
Las provincias aportan recursos dispares
Por Raquel San Martín De la Redacción de LA NACION
Cuando se habla de políticas públicas, los números pueden contar sólo verdades a medias. Aunque la inversión que hace el gobierno nacional en educación viene creciendo sostenidamente en los últimos años, las desigualdades entre las provincias -y la consecuente calidad dispar de lo que sucede en las aulas- se mantiene y se profundiza en el país.
Así, la provincia de Buenos Aires es la que más invierte, con el 34,3% de su gasto público dedicado a educación, pero su inversión anual por alumno está en el noveno puesto, con $ 2761. Corrientes, con la segunda inversión del país (casi 30% de su gasto), está en el puesto 21° en inversión por alumno.
En el otro extremo, Santa Cruz le dedica el 11,2% a educación, pero eso representa $ 4202 por año por alumno, en el cuarto puesto del país. En términos generales, la inversión anual por alumno varía entre $ 7171 en Tierra del Fuego a $ 1497 en Salta.
La coparticipación federal, que beneficia a algunas provincias y perjudica a otras notoriamente, y la ausencia de mecanismos que premien a las provincias que en educación invierten más o compensen a las que pueden hacerlo menos, desdibuja la efectividad de un financiamiento sostenido que no termina de impactar en las aulas.
Esas son las conclusiones principales a las que llegó el informe anual del monitoreo de la ley de financiamiento educativo, que por segundo año consecutivo realizó el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), y que se presentó ayer.
Metas e inversiones
Sancionada en diciembre de 2005, la ley establece que el gobierno nacional y las provincias deberán aumentar progresivamente la inversión en educación hasta alcanzar en 2010 a un 6% en el producto bruto interno (PBI).
A casi tres años de su entrada en vigor, la ley se ha cumplido: en 2007, la Nación y las provincias destinaron un 5,4% del PBI a educación y así sobrecumplieron la meta que indicaba llegar al 5% en ese año. También las provincias han aumentado su esfuerzo financiero en general: su gasto total destinado a educación pasó de un promedio del 22,6% en 2005 a un 23,8% en 2006. Así, según el informe, la inversión educativa pasó de $ 24.399 millones en 2005 a $ 32.919 millones en 2006 y $ 43.796 millones en 2007.
"Destacamos el cumplimiento global de la ley, porque efectivamente se están garantizando muchos más recursos para educación", dijo a LA NACION Axel Rivas, director del área de Educación de Cippec, aunque enseguida alertó: "Las desigualdades en el financiamiento provincial no logran ser modificadas y siguen siendo muy pronunciadas".
Cuando se mira en detalle, se advierte que Corrientes, Buenos Aires, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y San Luis no cumplieron con las metas de financiamiento previstas en 2007. Paradójicamente, no siempre sucede porque inviertan poco, sino porque los recursos que reciben por coparticipación federal son desiguales.
Sin premios ni apoyo
La ley intentó paliar estas diferencias con un programa de compensación salarial -que este año distribuyó algo más de $ 561 millones-, que destina recursos a 11 provincias para que puedan cumplir con el piso salarial dispuesto para los docentes de todo el país. Pero, según Rivas, su efectividad fue parcial, en buena medida porque "no logra compensar de manera más objetiva ni incluir a provincias que no están siendo consideradas, como la de Buenos Aires".
En el otro extremo, Santa Cruz le dedica el 11,2% a educación, pero eso representa $ 4202 por año por alumno, en el cuarto puesto del país. En términos generales, la inversión anual por alumno varía entre $ 7171 en Tierra del Fuego a $ 1497 en Salta.
La coparticipación federal, que beneficia a algunas provincias y perjudica a otras notoriamente, y la ausencia de mecanismos que premien a las provincias que en educación invierten más o compensen a las que pueden hacerlo menos, desdibuja la efectividad de un financiamiento sostenido que no termina de impactar en las aulas.
Esas son las conclusiones principales a las que llegó el informe anual del monitoreo de la ley de financiamiento educativo, que por segundo año consecutivo realizó el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), y que se presentó ayer.
Metas e inversiones
Sancionada en diciembre de 2005, la ley establece que el gobierno nacional y las provincias deberán aumentar progresivamente la inversión en educación hasta alcanzar en 2010 a un 6% en el producto bruto interno (PBI).
A casi tres años de su entrada en vigor, la ley se ha cumplido: en 2007, la Nación y las provincias destinaron un 5,4% del PBI a educación y así sobrecumplieron la meta que indicaba llegar al 5% en ese año. También las provincias han aumentado su esfuerzo financiero en general: su gasto total destinado a educación pasó de un promedio del 22,6% en 2005 a un 23,8% en 2006. Así, según el informe, la inversión educativa pasó de $ 24.399 millones en 2005 a $ 32.919 millones en 2006 y $ 43.796 millones en 2007.
"Destacamos el cumplimiento global de la ley, porque efectivamente se están garantizando muchos más recursos para educación", dijo a LA NACION Axel Rivas, director del área de Educación de Cippec, aunque enseguida alertó: "Las desigualdades en el financiamiento provincial no logran ser modificadas y siguen siendo muy pronunciadas".
Cuando se mira en detalle, se advierte que Corrientes, Buenos Aires, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y San Luis no cumplieron con las metas de financiamiento previstas en 2007. Paradójicamente, no siempre sucede porque inviertan poco, sino porque los recursos que reciben por coparticipación federal son desiguales.
Sin premios ni apoyo
La ley intentó paliar estas diferencias con un programa de compensación salarial -que este año distribuyó algo más de $ 561 millones-, que destina recursos a 11 provincias para que puedan cumplir con el piso salarial dispuesto para los docentes de todo el país. Pero, según Rivas, su efectividad fue parcial, en buena medida porque "no logra compensar de manera más objetiva ni incluir a provincias que no están siendo consideradas, como la de Buenos Aires".
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