sábado, 6 de junio de 2009

EFEMERIDES 4 DE JUNIO

4 de junio de 1821 Fallecimiento de Domingo French

(Buenos Aires, 21 de noviembre de 1774 – Buenos Aires, 4 de junio de 1825) fue un militar argentino luchador de la Guerra de la Independencia Argentina y protagonista de la Revolución de Mayo.


Durante su adolescencia repartía su tiempo entre los estudios y el comercio, actividad a la que se dedicaba su padre. En 1802 se conviríó en el primer cartero de Buenos Aires.
En la primer invasión inglesa a Buenos Aires en 1806 organizó, junto a Juan Martín de Pueyrredón, el cuerpo de Húsares. Por su valentía en el combate, el Virrey Santiago de Liniers lo nombró teniente coronel en 1808.

La Revolución
Durante la Semana de Mayo, apoyó entusiastamente la Revolución. El día 21 de mayo la Plaza de la Victoria (hoy Plaza de Mayo) fue ocupada por unos seiscientos hombres armados encabezados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, agrupados bajo el nombre de “chisperos”, que exigían a gritos la convocatoria a un Cabildo Abierto y la destitución del Virrey Cisneros. Alarmado por el tumulto en la plaza, el Virrey aceptó la convocatoria para el día siguiente y llamó a Cornelio Saavedra, comandante del Regimiento de Patricios, para que tranquilice a los vecinos que estaban en la plaza. Saavedra comunicó a los “chisperos” la convocatoria a un Cabildo Abierto para el día 22 de mayo y pidió que se calmaran los ánimos.
Para asegurarse de lograr sus propósitos, los chisperos manipularon la lista de invitados e impidieron la entrada de otros al Cabildo, excluyendo a aquellos que adherían al bando realista. En esos días, French y Beruti con sus “chisperos” empezaron a repartir las famosas cintillas en la Plaza de la Victoria para diferenciar a los patriotas de los realistas. Según la tradición, éstas eran de color celeste y blanco, sin embargo algunos testimonios sugieren el color blanco (en señal de unión entre europeos y americanos) y el color rojo (en señal de guerra).
Cuando el 24 de mayo se formó una junta presidida por Cisneros, French se opuso, y ante el rechazo generalizado, la Junta se disolvió. La mañana del 25, grupos de vecinos se congregaron en la plaza con el apoyo de los chisperos reclamando el derrocamiento definitivo de Cisneros y la formación de una nueva Junta. Una vez formada la Primera Junta, French se manifestó a favor del sector morenista (el más radical). Se le encomendó la creación de un cuerpo de infantería llamado “de América”, que finalmente se conoció como “la Estrella”. French acompañó a Juan José Castelli a Córdoba e hizo ejecutar la sentencia contra Liniers y sus cómplices.

La guerra y el exilio
Cuando se formó la Junta Grande, el sector morenista quedó debilitado, dado que desde ese momento las decisiones no podían hacerso sólo pensando desde el punto de vista del Puerto de Buenos Aires y su gente sino desde todo el país entonces representado. El 5 y 6 de abril de 1811, una manifestación popular reclamó el alejamiento total del morenismo y medidas a favor del país en su conjunto y no sólo de Buenos Aires y su élite, y veían como líder a Cornelio Saavedra (rival de Mariano Moreno). Saavedra no optó por esa revolución y su rol se fue desdibujando con el tiempo. Luego de estos sucesos, French, junto a otros morenistas fueron despojados de su cargo y desterrados a la Patagonia. Regresó en 1812 y se reintegró al ejército. Participó en el sitio de Montevideo en 1814 y en el Ejército del Norte en 1815.
Posteriormente se opuso a las políticas del Directorio. Denunció la conspiración de Carlos de Alvear en Brasil y repudió al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, por lo que fue perseguido y exiliado a los Estados Unidos junto a Manuel Dorrego en febrero de 1817. Regresó a Buenos Aires en 1819 y se reincorporó al ejército. Participó en la batalla de Cañada de la Cruz, donde fue tomado prisionero. Tras su liberación pasó a retiro en Buenos Aires, donde murió el 4 de junio de 1825.

6 de junio de 1780

Nace en Buenos Aires el sacerdote y jurisconsulto Antonio Sáenz, fundador y primer rector de la Universidad de Buenos Aires. Falleció en 1825.

Antonio Sáenz Promotor de la cultura, jurisconsulto y educador


Nació en Buenos Aires el 6 de junio de 1780.Murió en Buenos Aires el 22 de julio de 1825.
El 9 de agosto de 1821, durante el gobierno de Martín Rodríguez y por el impulso del entonces ministro
Bernardino Rivadavia, se decidió crear "una Universidad mayor, con fuero y jurisdicción académica."
Tres días después, la Universidad fue inaugurada, aunque su establecimiento no hacía más que comenzar. Este proceso por el cual se dotó de bases firmes a la nueva universidad, que con el tiempo se convertiría en la más importante del país y una de las más destacadas de América latina, estuvo dirigido por el presbítero Antonio Sáenz, a la sazón uno de los hombres más representativos de la cultura nacional de la época.
Nacido en Buenos Aires, en 1780, Sáenz realizó sus estudios secundarios en el Real Colegio de San Carlos, entre 1794 y 1800, obtuvo el bachillerato en 1802, y se doctoró en Leyes en Chuquisaca, en 1804, unos años después de haber logrado la ordenación sacerdotal. Ese mismo año de 1804, ingresó a la Academia Carolina como practicante jurista. Pronto, se dedicó a la docencia dictando en las primeras academias de Buenos Aires distintos cursos de teología y acerca del derecho de gente y otras materias jurídicas. También fue Catedrático suplente de Filosofía en el colegio carolino.
En 1805, Sáenz fue designado Secretario del Cabildo Eclesiástico. El nombramiento le valió en poco tiempo el reconocimiento público, pero también le ocasionó varios malos momentos. El Obispo porteño Lue se había opuesto desde un principio a la designación de Sáenz en el secretariado, y entre ambos comenzó una guerra de acusaciones y críticas, que tuvieron su punto más alto hacia finales de la primera década del siglo, cuando por una denuncia del Obispo, Sáenz fue encarcelado y sometido a proceso. En esa ocasión, el Cabildo de la ciudad intercedió a favor del presbítero y fue liberado, pero un desgraciado acontecimiento ensombreció definitivamente su carrera eclesiástica: en 1812, fue Sáenz quien halló muerto al Obispo, y en adelante nunca pudo diluir las sospechas que cayeron sobre su persona, en relación con la misteriosa muerte del prelado. En lo inmediato, fue enviado por las autoridades religiosas a Luján, en una especie de exilio obligado.
Para entonces, Sáenz ya era un hombre público, que había participado, por ejemplo, de la semana revolucionaria de mayo de 1810. En 1811 integró al Junta Protectora de la Libertad de Imprenta, y en 1812, la Asamblea General. Esta actuación pública lo ligó con numerosas personalidades de la política nacional. Quizás por estos vínculos, Sáenz también formó parte de la Logia Lautaro.
En 1816 Sáenz fue diputado al Congreso de Tucumán e integró de la comisión redactora (y fue el redactor, quizás) del Manifiesto que hace a las Naciones el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, sobre el tratamiento y crueldades que han sufrido de los Españoles y motivado la declaración de su Independencia. Esta actuación como jurisconsulto le valió el cargo de presidente de la Academia de Jurisprudencia, creada en 1815 y dirigida por Manuel Antonio Castro.





6 de Junio de 1870




Día de la Ingeniería Argentina En conmemoración a la fecha de graduación del primer ingeniero argentino, Luis Augusto Huergo, en la Universidad de Buenos Aires.




6 de Junio de 1879




Día de la Hidrografía





El Servicio de Hidrografía Naval se presenta como una institución cuyas concepciones, hoy actuales, han sido elaboradas durante más de un siglo. Sin duda, un Servicio de avanzada que nació junto con el país.

1879: Génesis de una institución cuya vocación es el mar.
Eran los comienzos de la organización de un país inserto en el contexto mundial, que hacía realidad los proyectos de nuestros grandes hombres. Dentro de esa nueva estructura ya se percibió como aspecto fundamental el conocimiento de nuestro territorio marítimo y su integración a la incipiente vida nacional. Los estudios e investigaciones, los relevamientos y las cartas náuticas comenzaron a sucederse marcando la apropiación del mar por sus hombres. Los primeros faros, hoy más que centenarios, fueron otra forma de mostrar la importancia de nuestros intereses marítimos: sus luces, entonces y hoy, son guía y símbolo de comunicación humana.
Foto del viejo edificio del Servicio de Hidrografía Naval
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El 31 de enero de 1876 se creó la Comandancia General de Marina por un Decreto del Presidente Avellaneda. Entre las facultades de este organismo figuraba la de "tener ingerencia en todos los trabajos de puentes, muelles, canalizaciones, sondajes y cartas de los ríos y costas que se ejecuten con fines militares" y por documentos posteriores se infiere que dependiente de esa Comandancia, existió un "Departamento Hidrográfico" u "Oficina Hidrográfica".
Por otro Decreto posterior Nro. 11.289 del mismo presidente Avellaneda, refrendado por su Ministro de Guerra y Marina, General Julio A. Roca, el 1 de enero de 1879 se creó la "Oficina Central de Hidrografía" cuyo primer Director fue el Teniente Coronel de Marina Clodomiro Urtubey, cobrando forma definitiva el 6 de junio del mismo año. Con seguridad, puede decirse que éste es el primer Servicio Hidrográfico argentino.
Su función era la de controlar todo lo relativo a la Seguridad a la Navegación. Los trabajos y exploraciones se orientaron hacia el estudio integral de nuestras costas, con la misión general de construir cartas generales de las mismas y particularmente de ríos y puertos; organizar un observatorio meteorológico, balizamiento y recopilar antecedentes para preparar el Derrotero de las costas argentinas.
Con el trabajo sucesivo se comenzó a recopilar planos, cartas y toda otra información útil para la concreción de los objetivos fijados.
Con el correr de los años aquel germen de Oficina Central que viera la luz en 1879, y que comenzara como el sueño de dos o tres marinos, fue desarrollándose hasta llegar a su forma actual: el SERVICIO DE HIDROGRAFIA NAVAL. La ley Nro. 19.922 de 1972 es el instrumento que hoy establece su misión y funciones, contenidas con aparente simpleza en el mandato "brindar seguridad a la navegación", manteniendo para ello "...los sistemas de ayudas (...) acorde con los adelantos técnicos en la materia y los acuerdos internacionales que el país suscriba".
Brindar seguridad a la navegación en un país cuyo mar es tan extenso. ¿Cómo hacerlo considerando la magnitud y recurrente severidad de la meteorología antártica, de sus actividades humanas?. Desglosar esa frase implica, además de tener presente una permanente voluntad de servicio, tareas muy diversas en área y magnitud.
La posición geográfica de la República Argentina, netamente peninsular en un hemisferio predominantemente oceánico, pone en evidencia la importancia del conocimiento marítimo para el desarrollo del país. Cuenta, además, con una plataforma continental que por su amplitud, se ubica entre las más extensas del mundo. De aguas poco profundas, encierra una gran riqueza potencial en recursos naturales (biológicos, mineralógicos, energéticos, etc.).
El reconocimiento y la adecuada valoración de los intereses marítimos constituye, en consecuencia, un motivo de preocupación por ser una cuestión de vital interés para el país en general.

Misión del Servicio.

A partir del 2 de noviembre de 1972 con la sanción de la Ley Hidrográfica y su Reglamentación por Decreto 7633/72, quedó configurada la misión del Servicio al que se le asignó como jurisdicción las áreas marítimas, fluviales y costeras en, sobre y a lo largo de las cuales se desarrolla la navegación mercante y de guerra de la Nación. En su Artículo 3E, la misma ley especifica que la competencia se extiende a las islas marítimas, costas, ríos navegables, riberas, Río de la Plata y puertos marítimos.

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