lunes, 26 de octubre de 2009

Muere José Maria Paz



22 de Octubre de 1854


Muere en Buenos Aires el general José María Paz.


José María Paz y Haedo (Córdoba, Argentina; 9 de septiembre de 1791 – Buenos Aires el 22 de octubre de 1854) fue un militar argentino que participó en varias guerras de la Argentina.


Sus primeros años
Hijo de criollos; su padre era José Paz y su madre Tiburcia Haedo. Sus primeros estudios los realizó en la escuela de San Francisco. En 1804 se internó en el Seminario de Loreto, donde cursó filosofí y teología, para luego ingresar en la Universidad de Córdoba, terminando así su formación como bachiller de artes, con orientación a las matemáticas, el latín y la jurisprudencia. Posiblemente estos estudios posibilitan su crecimiento intelectual y tonifican su moral con una capacidad personal sobresaliente en los años por venir.


Campañas en tierras correntinas y en Montevideo
Las Memorias de Paz, escritas en su mayor parte poco después de esos sucesos, cuentan que en Corrientes tiene que lidiar con todo tipo de problemas. Entre ellos, la retirada de Lavalle que lo dejan sin hombres útiles ni armas. Entonces rearma un ejército de adolescentes (los escueleros de Paz, como los llamaban en esa provincia) y jóvenes con sólo doscientos fusiles de chispa, algunos barriles de pólvora vieja, y pocos viejos veteranos de sus Cazadores de la guerra contra el Brasil.
Con este incipiente ejército al que llegó disciplinar correctamente, vence al caudillo entrerriano Pascual Echagüe el 28 de noviembre de 1841 en la Batalla de Caaguazú, una de las más brillantes batallas que se ha visto el suelo argentino - aún hoy materia militar de estudio - en donde la inteligencia beligerante del general José M. Paz quedó en evidencia.
Aprovenchando la victoria, en 1842 toma la ciudad de Paraná en persecución de Echagüe, internándose en Entre Ríos y haciéndose nombrar gobernador de esa provincia. Pero el gobernador Ferré, indignado por ese nombramiento, le retira su apoyo y lo obliga al exilio en Montevideo, adonde se reúne con su familia ese mismo año.
Al llegar a Montevideo la noticia de la batalla de Arroyo Grande, del 12 de diciembre de 1842, se le nombra Jefe del llamado Ejército de Reserva (colorado), para poder hacer frente al ejército uruguayo de Manuel Oribe. Éste, apoyado por Rosas, sitia a los colorados en Montevideo, con lo que se inicia la Guerra Grande en el Uruguay. Organizando eficazmente la defensa, Paz permanece al frente de ese cuerpo hasta junio de 1844, en que pasa a Brasil. Desde allí comienza el regreso a Corrientes, donde el nuevo gobernador, Joaquín Madariaga, lo nombra Director de la Guerra contra Rosas. Su plan principal era atacar Entre Ríos, que estaba desguarnecido por la ausencia del gobernador Justo José de Urquiza, y si era posible llegar a Buenos Aires.
Paz asume el comando del que llama “Cuarto Ejército” y aprovenchando que Rosas se niega a reconocer la independencia de Paraguay, firma con su presidente Carlos Antonio López el Tratado de Alianza y Convención Adicional del 11 de noviembre de 1845. Éste envía en su ayuda un pequeño ejército al mando del hijo del presidente, el después famoso Francisco Solano López, pero que nunca se llegab a unir a las fuerzas correntinas.
En los primeros días de 1846, Urquiza y Servando Gómez invaden Corrientes. Paz decide repetir la hazaña de Caaguazú, retirándose lentamente para atraerlo a una trampa perfecta en un rincón en los esteros de Ubajay. Pero en el camino abandona más de la mitad de la provincia al invasor, lo que es muy criticado. El jefe de la retaguardia en la retirada, Juan Madariaga, se arriesga en la batalla de Laguna Limpia, donde es derrotado completamente y tomado prisionero. Urquiza sigue avanzando hasta enfrentar la posición defensiva de Paz. Pero, sabiendo por la correspondencia que había tomado en la batalla cuáles son sus intenciones, retrocede hasta Entre Ríos, sin que Paz lo persiga. Enseguida entra en negociaciones con el gobernador correntino por medio de su hermano, negociaciones interrumpidas por Paz, que se niega a pactar nada.
Los amigos de Paz en la legislatura deponen a Madariaga, pero el gobernador contraataca rápidamente y obliga al general a huir a Paraguay, en marzo de 1846. Sin Paz, de por medio, Urquiza y Madariaga firman el Tratado de Alcaraz, pero éste fue rechazado por Rosas. Urquiza ataca entonces y derrota a los Madariaga a fines de 1847.
Los últimos tiempos
Mientras tanto, Paz termina asilado en Río de Janeiro. Sumergido en la pobreza, se establece en el campo como granjero. Allí muere su esposa el 5 de junio de 1848, durante el alumbramiento de su noveno hijo, dejando a Paz con la tarea de crianza de los niños, de los cuales seis mueren a temprana edad. En sus ratos libres completa sus Memorias, que había comenzado en sus años de prisión.
Con el tiempo ha llegado a la convicción de que Rosas terminará derrotado por sus propios subalternos.
Cuando se entera del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas, viaja a Montevideo, donde espera el desenlace favorable. Ya en Buenos Aires, Urquiza se queja por su presencia pero a pesar de todo lo designa brigadier general de la Confederación Argentina.
Después de la revolución unitaria del 11 de septiembre de 1852, el gobernador Manuel Guillermo Pinto le encarga una misión en las provincias del Interior. Debía atraerlas hacia la causa de Buenos Aires, para formar un Congreso Constituyente dominado por los liberales y (sobre todo) por la provincia de Buenos Aires, ya que la provincia rebelde se niega a participar de la sanción de la Constitución Argentina de 1853. Los gobernadores las provincias de Santa Fe y Córdoba le prohibieron entrar en ellas, por lo que el gobernador Valentín Alsina lo pone al mando de un ejército para invadirlas, con sede en San Nicolás de los Arroyos.
El sitio de Buenos Aires por parte de Hilario Lagos lo obliga a regresar a la capital, donde es nombrado ministro de guerra. Organiza exitosamente la resistencia porteña, que hará fracasar el sitio y prolongará la separación de Buenos Aires con el resto del país por casi una década.
A pesar de su desacuerdo con el Congreso Constituyente de la provincia de Buenos Aires, es elegido miembro del mismo, al que no asistió asiduamente por algunos problemas de salud. El 11 de abril de 1854, día de la aprobación y firma de la Constitución provincial, está presente para expresar contra Bartolomé Mitre su desacuerdo por el documento que proclama a Buenos Aires "Estado Independiente".
Ese es su último acto político: meses más tarde muere y es enterrado con los más altos honores de la Patria.
Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, sus restos son llevados a la Catedral de Córdoba junto a los repatriados restos de su esposa.

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