miércoles, 16 de septiembre de 2009

Efemérides 16 de Septiembre

16 de Septiembre de 1810:
La Junta de Gobierno surgida del movimiento del 25 de Mayo de 1810 separa a los pueblos de Misiones de la jurisdicción de Paraguay, al no haber adherido ésta a la causa patriota.

16 de Septiembre de 1841:
El general Mariano Acha es ejecutado en San Juan.

Mariano Antonio Acha (n. Buenos Aires, 11 de noviembre de 1799 - † Jarilla, en la provincia de San Luis, 16 de setiembre de 1841), militar argentino, de notable actuación en las guerras civiles de su país. Era hijo de Nicolás Antonio de Acha y de Juana Ventura Salomón y Ramírez.
Primeras actuaciones
En 1818 era alférez del Regimiento de Dragones de la Patria. Participó en los combates de Cepeda y Arroyo del Medio contra los caudillos federales, y cayó prisionero en la batalla de Gamonal (1820).
Posteriormente, continuó como oficial de los Húsares de Buenos Aires y luchó varios años en la guerra contra los indígenas, a órdenes de Federico Rauch.

La revolución de Lavalle y la Liga del Interior
Era sargento mayor en 1828, cuando el gobernador Manuel Dorrego se refugió en el fuerte de Salto, después de la derrota de Navarro. Acha y su jefe, el coronel Bernardino Escribano, tomaron presos a su superior, el coronel Ángel Pacheco y también a Dorrego, a quien envió al campamento de Juan Lavalle. Aunque no tuvo participación en su fusilamiento, seguramente sabía de antemano que sería fusilado. Lavalle lo ascendió a coronel de caballería por este "mérito".
Tras la derrota unitaria en Buenos Aires, se dirigió a Córdoba para unirse a las fuerzas de José María Paz, comandante militar de la Liga del Interior. Participó en las batallas de La Tablada y Oncativo.
Tras la captura del general Paz, se retiró con Lamadrid hacia el norte, donde después de derrotar a los hermanos Reynafé, combatió en las derrotas de Capayán y La Ciudadela. Aunque derrotó a las avanzadas de Juan Facundo Quiroga en Manantiales, finalmente emigró a Bolivia.

La Coalición del Norte
Había regresado y se hallaba en Tucumán, en 1840, al formarse la Coalición del Norte contra Juan Manuel de Rosas, a la que se adhirió, incorporándose a las fuerzas del gobernador salteño Manuel Solá. Éste le confió la organización y adiestramiento de los contingentes que se formaban en su provincia, donde no había oficiales capaces, al menos en el bando unitario. Atacó al caudillo Juan Felipe Ibarra en Santiago del Estero, pero éste lo venció con su táctica favorita de "tierra arrasada".
Tras unirse a las fuerzas de Lavalle y Lamadrid, éstos lo mandaron a invadir por segunda vez Santiago del Estero. Pero le fue peor aún, porque desertó la mayor parte de sus fuerzas. Con lo que le quedaba pasó a La Rioja donde fue derrotado en Machigasta (1841) por José Félix Aldao. Catamarca y La Rioja cayeron en manos de los caudillos federales, y Acha huyó a Tucumán.

La batalla de Angaco y la ejecución de Acha
Allí se unió al ejército del general Lamadrid en la marcha hacia Cuyo, como jefe de su vanguardia. Derrotó a las fuerzas de Aldao en Angaco — a las puertas de la ciudd de San Juan — el 16 de agosto de 1841, en la batalla más sangrienta de las guerras civiles argentinas: alo menos cayó la mitad de los hombres de cada lado. Su acción mereció todos los elogios —como los del general Paz en sus memorias — ya que había vencido con menos de la mitad de las fuerzas enemigas.
Pero enseguida malogró el éxito, olvidándose de las fuerzas que aún tenía el gobernador Nazario Benavídez, que lo atacó poco después. Tras tres días de resistencia, debió rendirse, bajo promesa de respetar su vida.
Pero Benavídez lo entregó a Aldao, que lo hizo fusilar por la espalda, el 16 de setiembre de 1841. Su cabeza fue cortada y expuesta en una pica, en las inmediaciones de la Posta de la Cabra, actualmente Jarilla, en la provincia de San Luis.

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