domingo, 6 de septiembre de 2009

Efemérides 3 de Septiembre


3 de Septoembre 1812:
Las fuerzas comandadas por el general Manuel Belgrano vencen completamente a las tropas realistas al mando del general Pío Tristán sobre la margen del río de Las Piedras.
Belgrano llegó a las cercanías de Salta en febrero de 1813, y Tristán sacó a su ejército de la ciudad para esperarlo. Belgrano simuló un ataque frontal mientras el grueso de las tropas patriotas hacían un movimiento envolvente. Atrapado entre dos fuegos Tristán replegó sus fuerzas al interior de la ciudad y se dispuso a ofrecer una última resistencia en torno a la Plaza Mayor, pero no pudo organizar a sus tropas, que se negaron a defender las trincheras y corrieron a buscar refugio en la iglesia catedral. Finalmente, Tristan decidió capitular para evitar un inútil derramamiento de sangre y envió un parlamentario a Belgrano. Este aceptó y a su vez ofreció honrosas condiciones: dejó en libertad a todos los combatientes realistas, exigiéndoles solamente que hicieran el juramento de no volver a tomar las armas en contra de la Patria. Diecisiete jefes y oficiales (incluyendo a Tristán) y casi 3.000 soldados, la completa vanguardia del ejército de Goyeneche, cayó prisionera en la batalla de Salta.
Después de este hecho Tristán cumplió su palabra y abandonó el ejército, retirándose a su natal Arequipa.

La relación de Tristán y Belgrano
Entre ambos jefes, ex condiscípulos, se entabló una relación de respeto, cuando no de cordialidad, según ciertos usos caballerescos de la época. Por ejemplo, en el combate del Río Las Piedras (septiembre de 1812) los hombres de Belgrano capturaron a un coronel realista. Tristan pidió que el prisionero fuera tratado con humanidad y respeto, diciendo que él haría lo mismo con los prisioneros patriotas en su poder. Envió también cincuenta onzas de oro para cubrir los gastos de la manutención del prisionero, y firmó:
"Campamento del Ejército GRANDE, setiembre de 1813"
Belgrano, con un toque de humor, devolvió las cincuenta onzas para que con ellas cubriera los gastos de los prisioneros patriotas y firmó la nota:
"Cuartel General del Ejército CHICO, 17 de septiembre de 1813"
Belgrano tenía la firme idea de ganar la voluntad de los americanos que combatían en el bando realista. Por esa razón aceptó al parlamentario que envió Tristan en medio de la batalla de Salta y le contestó:
"Digale usted a su general que se despedaza mi corazón al ver derramar tanta sangre americana: que estoy pronto a otorgar una honrosa capitulación."
Luego, tras la rendición, Tristán pretendió entregar a Belgrano su espada, tal como se acostumbraba, pero el jefe patriota se lo impidió, y en presencia de todos, lo abrazó. La promesa de no volver a luchar contra la Patria fue suficiente para Belgrano, quien dejó ir a su enemigo, en contra del consejo de sus oficiales y de su gobierno.
Tristán tuvo la oportunidad de romper su juramento, pues un obispo realista liberó a todos de su juramento, argumentando que la palabra dada a los revolucionarios podía romperse, pues se trataba de herejes. De este modo muchos oficiales y soldados volvieron a tomar las armas, pero no así Tristan.


3 de Septiembre de 1933:
La Base Naval Mar del Plata inicia sus actividades.

Historia

La estratégica posición del hoy llamado “Cabo Corrientes” poseía ya un capítulo en la tradición naval de la historia grande de libertad e independencia de la República Argentina. Fue frente a estas mismas costas, que el día 30 de octubre de 1826 el entonces jefe de la Escuadra Nacional, Almirante Guillermo Brown, en cumplimiento de las órdenes impartidas por el Gobierno nacional, reúne a su escuadra con la corbeta “Chacabuco” comprada a Chile y se dirige resuelto, junto a Tomás Espora y Leonardo Rosales (héroes de los combates de “Los Pozos” y “Quilmes”) hacia el Río Uruguay y frente a la Isla del “Juncal” el 8 de febrero de 1827 vence a las fuerzas navales brasileñas al mando del Comandante Senna Pereyra, quien rindió su espada al capitán Francisco Seguí. Argentina cuenta con casi 4.500 kilómetros de litoral marítimo y el Mar Argentino duplica, casi en superficie, a su extensión continental e insular, pero sus aguasy geografía no han facilitado extender la instalación de puertos a lo largo de todo ese litoral. Desde Viedma hacia el sur, llegando a Ushuaia, la amplitud de las mareas llega casi a los 14 metros. De allí la importancia estratégica de la Base Naval Mar del Plata y la Base Naval Puerto Belgrano (Punta Alta) para la custodia y defensa de nuestro sector bonaerense y patagónico fueguino. Una visión histórica permite dar a estos hombres y hechos el lugar de pioneros que se merecen. Entre ellos encontramos en la Armada, más allá de la presencia del Almirante Brown en 1826 al capitán D. José Pezzolo, quien el año de 1845 efectuó las primeras observaciones y cálculos para la construcción del puerto en la Ensenada de la Estancia Laguna de los Padres. En 1874 se instala el primer médico en la zona, Dr. Guillermo Bay Ley proveniente de la Armada, luego doce años después, el primer farmacéutico, Hilario Amoedo, también oficial de la Marina. En el año de 1898 el Presidente de la República , General Julio Argentino Roca, dispuso que desfilen 47 buques frente a las costas marplatenses. En 1891 se inaugura el Faro de Punta Mogotes, siendo director de la obra el Capitán de Fragata Alfredo P. Iglesias, designándose capitán del faro al Sr. Müller. En 1897 se instala el laboratorio marítimo a cargo de la Armada. Entre los años 1914/15 el Capitán de Fragata Vicente Ferrer, fue integrante de la subcomisión que efectuó sondajes y estudios del litoral marítimo de la Provincia de Buenos Aires. El 1 de diciembre de 1924 se entregaron en Mar del Plata las “Alas” a los pilotos aviadores navales y pilotos de hidroaviones, egresados del 1° curso de la Escuela de Aviación Naval. Todos estos antecedentes, sumados a la pujanza y modernidad de la ciudad de Mar del Plata, junto a la necesidad de dotar a la Armada Argentina de un arma decididamente estratégica y proveerla de un apostadero y facilidades operativas, fueron sin dudas, los factores que alentaron al entonces Ministro de Marina, Manuel Domeq García para gestionar y obtener la Ley Nº 11.378 sancionada el 29 de septiembre de 1926, por la que se autorizaba a la compra de dos grupos de tres submarinos y la construcción de la infraestructura necesaria, en las tierras pertenecientes al gobierno, aledañas al Puerto de Mar del Plata. El 5 de octubre de ese mismo año, se efectiviza la presencia de personal de la Armada en la ciudad. Esta Ley fue la que dio origen a la Base Naval Mar del Plata y al Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS). La empresa que tuvo la responsabilidad de convertir en realidad tan ansiado proyecto fue la Compañía de Trabajos Públicos de París y el 12 de febrero de 1928 a las 16 horas con la presencia del entonces Presidente de la República Marcelo T. de Alvear y del propio Ministro de Marina, D. Manuel Domeq García se inauguró el muro de atraque de la Dársena de Submarinos. El 3 de septiembre de 1933 arriban por primera vez a nuestra ciudad, los tres primeros submarinos adquiridos en Italia y queda formalmente constituido el Comando de la Fuerza de Submarinos.

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