21 de Septiembre de 1849:
Muere en Limoges, Francia, Manuel de Sarratea.
Adhirió a los ideales de Mayo de 1810. Integró el Primer Triunvirato junto a Feliciano Chiclana y Juan José Paso. Fue más tarde Secretario de Gobierno y Relaciones exteriores. Tras la batalla de Cepeda, fue designado Gobernador y Capitán General de la provincia de Buenos Aires. Había nacido en Buenos Aires el 11 de agosto de 1774.
Fue educado en Madrid. Regresó al país con el fin de intervenir en una misión diplomática. Participó de la Revolución de Mayo de 1810 y por consejo de Belgrano fue embajador ante Lord Strangford en Río de Janeiro, donde tuvo poco éxito. Al ser disuelta la Primera Junta, formó parte del gobierno que le sucedió, el llamado Primer Triunvirato. Entre las medidas de éste se contó un tratado con el virrey Francisco Javier de Elío, por el que se le cedía la Banda Oriental a éste.
En 1812, después del cambio de autoridades en Montevideo, el tratado se rompió y se reinició la guerra contra los realistas de esa ciudad. La mayor parte de los orientales habían abandonado el territorio, siguiendo a su caudillo, José Artigas. Sarratea se hizo cargo del ejército en la Banda Oriental, considerando que su principal misión era quitarle las tropas a Artigas. Lo intentó por las buenas y luego por el soborno; como no tuvo éxito, declaró traidor a Artigas. Pero esta medida fue rechazada por el resto del Triunvirato.
Mientras tanto, el Triunvirato fue dominado por su ministro Bernardino Rivadavia, hasta su caída en octubre de 1812. A pesar de no ser ya parte del gobierno, Sarratea siguió a cargo del ejército hasta principios del año siguiente, en que fue reemplazado por José Rondeau. Sólo cuando el ex triunviro se fue, Artigas y sus hombres se incorporaron al sitio de Montevideo.
Permaneció inactivo durante más de dos años, hasta que el Director Gervasio Posadas lo envió en misión diplomática a Madrid y Londres. Al llegar a España ofreció al rey la sumisión de las Provincias Unidas a la corona española bajo una cierta autonomía. Pero fue tratado como representante de un grupo de rebeldes, y tuvo que huir hacia Inglaterra. Allí se encontró con otros dos embajadores, Belgrano y Rivadavia, a quienes convenció de una idea absurda: coronar como rey del Río de la Plata a un hermano de Fernando VII, Francisco de Paula de Borbón, con el aval de su padre, Carlos IV. Las negociaciones llegaron bastante lejos, e incluso redactaron un proyecto de constitución monárquica; como el mismo príncipe se negó, planearon secuestrarlo para coronarlo en Buenos Aires.
Gobernador de Buenos Aires
En 1812, después del cambio de autoridades en Montevideo, el tratado se rompió y se reinició la guerra contra los realistas de esa ciudad. La mayor parte de los orientales habían abandonado el territorio, siguiendo a su caudillo, José Artigas. Sarratea se hizo cargo del ejército en la Banda Oriental, considerando que su principal misión era quitarle las tropas a Artigas. Lo intentó por las buenas y luego por el soborno; como no tuvo éxito, declaró traidor a Artigas. Pero esta medida fue rechazada por el resto del Triunvirato.
Mientras tanto, el Triunvirato fue dominado por su ministro Bernardino Rivadavia, hasta su caída en octubre de 1812. A pesar de no ser ya parte del gobierno, Sarratea siguió a cargo del ejército hasta principios del año siguiente, en que fue reemplazado por José Rondeau. Sólo cuando el ex triunviro se fue, Artigas y sus hombres se incorporaron al sitio de Montevideo.
Permaneció inactivo durante más de dos años, hasta que el Director Gervasio Posadas lo envió en misión diplomática a Madrid y Londres. Al llegar a España ofreció al rey la sumisión de las Provincias Unidas a la corona española bajo una cierta autonomía. Pero fue tratado como representante de un grupo de rebeldes, y tuvo que huir hacia Inglaterra. Allí se encontró con otros dos embajadores, Belgrano y Rivadavia, a quienes convenció de una idea absurda: coronar como rey del Río de la Plata a un hermano de Fernando VII, Francisco de Paula de Borbón, con el aval de su padre, Carlos IV. Las negociaciones llegaron bastante lejos, e incluso redactaron un proyecto de constitución monárquica; como el mismo príncipe se negó, planearon secuestrarlo para coronarlo en Buenos Aires.
Gobernador de Buenos Aires
Regresó al Río de la Plata a mediados de 1816 y fue ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del Directorio, a cargo de Juan Martín de Pueyrredón. Renunció por motivos de salud, y enseguida entró en contacto con la oposición federal porteña, terminando desterrado en Montevideo por orden del mismo Director.
Después de la batalla de Cepeda se unió al ejército federal dirigido por Estanislao López y Francisco Ramírez. Éstos lo enviaron como representante suyo ante el cabildo de Buenos Aires, al que convenció de nombrarlo gobernador. Asumió el 18 de febrero de 1820. Enseguida firmó con los jefes federales el Tratado del Pilar, por el que la provincia se reconocía como igual a las demás Provincias Unidas.
Entre las cláusulas secretas del Tratado se comprometió a entregar un importante armamento a los caudillos vencedores. Cuando los militares se enteraron de que se las estaba entregando, se levantaron en su contra y lo depusieron el 6 de marzo, nombrando en su lugar al general Juan Ramón Balcarce. Pero éste se sostuvo en el poder menos de una semana, porque el general Ramírez amenazó con atacar la ciudad si no se cumplía con toda la entrega acordada.
Asumió su gobierno nuevamente el 11 de mayo, y le cedió también a Ramírez algunas unidades militares, al mando del coronel Lucio Norberto Mansilla. No logró contener el permanente estado de anarquía en que se debatía la provincia ni volver a la obediencia a los militares, por lo que renunció en mayo.
Se unió al ejército de Ramírez en su campaña contra Artigas, y la derrota de éste fue tal vez su mayor éxito personal. También participó en los preparativos de la guerra del caudillo entrerriano contra Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, que terminó en un desastre. Por un tiempo estuvo alejado de la política.
Después de la batalla de Cepeda se unió al ejército federal dirigido por Estanislao López y Francisco Ramírez. Éstos lo enviaron como representante suyo ante el cabildo de Buenos Aires, al que convenció de nombrarlo gobernador. Asumió el 18 de febrero de 1820. Enseguida firmó con los jefes federales el Tratado del Pilar, por el que la provincia se reconocía como igual a las demás Provincias Unidas.
Entre las cláusulas secretas del Tratado se comprometió a entregar un importante armamento a los caudillos vencedores. Cuando los militares se enteraron de que se las estaba entregando, se levantaron en su contra y lo depusieron el 6 de marzo, nombrando en su lugar al general Juan Ramón Balcarce. Pero éste se sostuvo en el poder menos de una semana, porque el general Ramírez amenazó con atacar la ciudad si no se cumplía con toda la entrega acordada.
Asumió su gobierno nuevamente el 11 de mayo, y le cedió también a Ramírez algunas unidades militares, al mando del coronel Lucio Norberto Mansilla. No logró contener el permanente estado de anarquía en que se debatía la provincia ni volver a la obediencia a los militares, por lo que renunció en mayo.
Se unió al ejército de Ramírez en su campaña contra Artigas, y la derrota de éste fue tal vez su mayor éxito personal. También participó en los preparativos de la guerra del caudillo entrerriano contra Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, que terminó en un desastre. Por un tiempo estuvo alejado de la política.
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