Nace en Gualeguaychú (provincia de Entre Ríos) el destacado escritor costumbrista José S. Álvarez (más conocido como Fray Mocho). Falleció en Buenos Aires el 23 de agosto de 1903.
FINES DEL SIGLO XIX
FRAY MOCHO VIVIO EN SAN TELMO
En la ciudad de Gulaleguaychú nació un 26 de Agosto de 1858 José Severino Alvarez, un nombre que fue opacado por un simpático seudónimo de la niñez que más tarde se consagraba como reconocido escritor: Fray Mocho. Así firmaba sus elocuentes pinceladas literarias que marcaron una época.
Al poco tiempo de cumplir 20 años arribó a una Buenos Aires que buscaba modernizarse, quería ser la reina y progresar como ciudad nueva, por supuesto, siempre mirando al viejo continente. Las transformaciones comenzaron a fines del siglo XIX a tal punto que la década del 80 es tomada como inicio del sueño. Se produjo el desarrollo urbano junto con la consolidación de una clase y un aumento en alfabetización. Además, por aquel entonces surgían las primeras industrias y la mano de obra barata descendía de los barcos europeos.
El periodismo no fue indiferente a los cambios que se realizaban en todos los ámbitos de la ciudad. Fueron los años que terminaron con el periodismo faccioso de los Mitre o Roca para dar paso al periodista profesional, que intentaba ser independiente, vivir del trabajo intelectual y lograr un prestigio social.
La revista Caras y Caretas sintetizó el espíritu de la época. Fray Mocho que venía de varias experiencias por los diarios regionales y capitalinos, pasó a formar parte de la dirección de una de las revistas más populares de todos los tiempos. Los directores lograron una revolución en los magazines argentinos a partir de un armado diferente en la disposición de las publicidades, la utilización de caricaturas para interpelar al lector, la excelente impresión y las deliciosas viñetas costumbristas que creaba Fray Mocho en una escritura lunfarda, matrera y picaresca, que lograron un importante impacto en la sociedad y le otorgó a la revista una identidad propia.
En esas memorables viñetas costumbristas, como también en sus cuentos y poemas, Fray Mocho deja entrever una complicidad con ese barrio que lo estimulaba a colorear y aunque casi no lo mencionaba, las huellas de los graciosos y pintorescos personajes que recorrían las calles de San Telmo, fueron retratados por un hombre que sabía observar y divertirse con las extravagancia de sus vecinos.
Fue el añejo barrio porteño quien albergó a uno de los grandes escritores, periodista e innovador, y los dos se agradecieron mutuamente sus ofrendas. Sin olvidar esas agarradas y discusiones que mantenían como toda pareja.
Su cuento Me mudo al norte es un ejemplo del famoso dicho "porque te quiero te aporreo", porque lejos de ser un insulto se evidencia en él un cariño al barrio que mantuvo implícito.
Fuente:En San Telmo y sus alrededores Nº 35 Marzo 2001
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