jueves, 27 de agosto de 2009

JULIO CORTAZAR

26 de Agosto de 1914
Nace en Bruselas (Bélgica) el escritor Julio Cortázar, autor, entre otros libros, de "Bestiario", "Final de juego", "Los premios" y "Rayuela". Falleció en París (Francia) el 12 de febrero de 1984.
Nacimiento e infancia Nació en la embajada de Argentina en Bélgica, en Ixelles, distrito de Bruselas, el 26 de agosto de 1914, hijo de Julio Cortázar y María Herminia Descotte. Más adelante en su vida declararía: "Mi nacimiento (en Bruselas) fue un producto del turismo y la diplomacia". En ese entonces Bruselas estaba ocupada por los alemanes.
Siempre se afirmó, cierta relación de su padre con el cuerpo diplomático argentino. Sus padres, María Herminia Descotte y Julio José Cortázar, eran argentinos. Hacia fines de la Primera Guerra Mundial, los Cortázar lograron pasar a Suiza gracias a la condición alemana de la abuela materna de Julio, y de allí, poco tiempo más tarde a Barcelona, donde vivieron año y medio. Jugó con frecuencia en el Parque Güell con otros niños. A los cuatr años volvieron a Argentina y pasó el resto de su infancia en Banfield, Buenos Aires, junto a su madre, una tía y Ofelia, su única hermana (un año menor que él). Vivió en una casa con fondo (Los Venenos, Deshoras, están basados en sus recuerdos infantiles), pero no fue totalmente feliz. “Mucha servidumbre, excesiva sensibilidad, una tristeza frecuente”. (Carta a Graciela M. de Sola, París, 4 de noviembre de 1963). Conoció, gracias a su madre, al escritor a quien admiraría por el resto de su vida: Julio Verne.
“Pasé mi infancia en una bruma de duendes, de elfos, con un sentido del espacio y del tiempo diferente al de los demás” (revista Plural n°44, México 5/1975). Cortázar fue un niño enfermizo y pasó mucho tiempo en cama, por lo que la lectura fue su gran compañera. Su madre le seleccionaba lo que podía leer, convirtiéndose en la gran iniciadora de su camino de lector, primero, y de escritor después. Declaró: ”Mi madre dice que empecé a escribir a los ocho años, con una novela que guarda celosamente a pesar de mis desesperadas tentativas por quemarla” (revista Siete Días, Buenos Aires, 12/1973). Leía tanto que algún médico llegó a recomendarle leer menos durante cinco o seis meses y salir más a tomar un poco de sol. Muchos de sus cuentos son autobiográficos, como Bestiario, Final del juego, Los venenos o La Señorita Cora, entre otros.

Juventud
Se forma como Maestro Normal en 1932 y Profesor Normal en Letras en 1935 en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, de aquellos años surgieron La Escuela de Noche (Deshoras). En aquella época, comenzó a frecuentar los estadios a ver boxeo, donde ideó una especie de filosofía del box “eliminando el aspecto sangriento y cruel que provoca tanto rechazo y cólera” ("La fascinación de las palabras"). Admiraba al hombre que siempre iba para adelante y a pura fuerza y coraje conseguía ganar (Torito, Final del juego).
Un día caminando por el centro de Buenos Aires, se topó con un libro de Jean Cocteau, un total desconocido para él hasta aquel momento, titulado Opio, Diario de una desintoxicación. Aquella lectura lo marcaría para el resto de su vida: “sentí que toda una etapa de vida literaria estaba irrevocablemente en el pasado… desde ese día leí y escribí de manera diferente, ya con otras ambiciones, con otras visiones” (“La fascinación de las palabras”, 1997).

Cortázar en su juventud.
Comenzó en la Universidad de Buenos Aires la carrera de Filosofía y Letras, pero comprendió que debía utilizar el título que ya tenía para trabajar y ayudar a su madre. Dictó clases en Bolívar, Saladillo (Ciudad en cual figura en su Libreta Civica como oficina de enrolamiento); y luego en Chivilcoy. Vivió en cuartos solitarios de pensiones aprovechando todo el tiempo libre para leer y escribir ("Distante espejo").

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